Varias décadas de conocimiento científico podrían estar en riesgo en Venezuela porque la mayoría de las bibliotecas, tanto públicas como universitarias del país y los archivos que resguardan la memoria histórica, no se encuentran digitalizados. La falta de recursos para mantener estos espacios, aunado al déficit de profesionales en ciencias de la información o archivólogos que existe, comprometen la conservación de documentos considerados parte del patrimonio intelectual de la nación.
La mayoría de libros y revistas científicas producidas en el siglo XX en Venezuela no están disponibles en plataformas digitales abiertas, para que el público o los estudiantes las consulten. En un mundo en donde avanza a pasos agigantados la Inteligencia Artificial (IA), esto representa un rezago importante.
Alexander Pérez Mata, docente de la Universidad Politécnica Territorial Andrés Eloy Blanco (Uptaeb), sostiene que los archivos deben ser vistos como la base de las organizaciones. «Muchas veces se considera el archivo como un depósito, como una unidad administrativa no funcional, cuando en realidad son mucho más», argumenta.
Riesgo por falta de profesionales
Asegura que urge que en la actualidad estos documentos sean organizados por personas calificadas en ciencias de la información, bibliotecólogos, técnicos en documentación, profesiones que escasean en el país.
Alcides Romero, máster en bibliotecología, indicó que buena parte de los documentos históricos que están en las bibliotecas universitarias se han perdido porque estos espacios han sido vandalizados, hurtados, han cerrado o las infraestructuras no están en buenas condiciones. Por eso, considera indispensable que esta gran cantidad de datos sean transformados a formato digital.
Deibis Palacio, es asistente de biblioteca, indicó que estos espacios han permanecido cerrados por varios años por la falta de presupuesto para su mantenimiento. La documentación está en riesgo porque es necesario contar con lugares muy bien ventilados, aires acondicionados y deshumidificadores para reducir la humedad. Deben tener software de gestión documental, escáner, computadoras actualizadas y una red de servidores remotos que almacenan y gestionan datos masivos con la que muchas instituciones públicas no cuentan.
El viernes 28 de marzo se conmemoró el Día Nacional del Archivista. Una fecha decretada en 1974 por el expresidente, Rafael Caldera, en honor al natalicio del general Francisco de Miranda. Ese día, desde la sede de la UCV Barquisimeto realizaron una ponencia para dar a conocer las nuevas tendencias de los archivos e informar que vuelve a estar abierta la Biblioteca Profesor Gustavo Adolfo Ruiz de la UCV Barquisimeto, luego de cinco años de haber permanecido cerrada.
Allí existe una colección de 12 mil libros de educación, arquitectura, urbanismo e historia que ya están organizados y hay un sistema digital para identificar fácilmente los libros por título, autor y cota (ubicación). Los estudiantes deben ir al lugar para revisar la información, trabajan de lunes a viernes de 8:00 a.m. a 5:00 p.m.
«Estamos rescatando estos espacios, no ha sido fácil, pero tenemos el ánimo para hacerlo… No debemos olvidar los libros, no debemos olvidar el documento, no debemos olvidar que allí reposan las grandes historias principales que vivió el país y todos sus momentos tanto sociales, políticos, como económicos», recalcó Carmen Pariacán, bibliotecaria.
Con información de La Prensa De Lara