En Siria más de 900 civiles han sido ejecutados en escalada de violencia

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Foto: Archivo

La escalada de violencia desatada en la zona costera de Siria desde el jueves pasado ha diezmado a familias enteras, mientras que más de 900 civiles han sido ejecutados.

El Observatorio Sirio de Derechos Humanos informó que en las últimas 72 horas se han cometido al menos 40 masacres, en las cuales han sido asesinadas 973 personas que no militan en ninguno de los bandos protagonistas de los combates.

Las más recientes han ocurrido en la localidad de Harat al Quneitra, cerca de Tartús; también en la ciudad de Banias y el barrio de Al Datur, en Latakia, y las aldeas de Ramle y Rusafa, en la zona rural de Masyaf.

La monja cristiana libanesa Agnes Mariam de la Croix, en declaraciones ofrecidas a RT, denunció que “lo que está sucediendo hoy es un crimen contra la humanidad y el primer responsable de este crimen es el gobierno local”.

La religiosa añadió que las autoridades dan “la bienvenida a grupos islámicos radicales que están entrando en esas ciudades y masacrando a civiles inocentes en sus apartamentos, en sus casas o en la calle”.

“Hemos presenciado lo que yo llamo una discriminación política. No hay valores de derechos humanos ni derecho internacional”, denunció.

Comité para la paz

El presidente interino de Siria, Ahmed al Sharaa, anunció la creación de un comité para el mantenimiento de la paz civil y el contacto con la comunidad alauita en las zonas costeras del país en medio de sus recientes enfrentamientos con las fuerzas de seguridad, según un decreto publicado por la agencia de noticias ‘SANA’, referido por Sputnik.

El comité está compuesto por tres personas, incluidos los gobernadores de las provincias de Latakia y Tartus.

Sus funciones incluyen mantener el contacto con la población de las ciudades costeras para obtener la información de lo que está pasando, brindar apoyo a los residentes de esta parte de Siria, en particular garantizar su protección, así como «trabajar para reforzar la unidad nacional en este momento delicado».

El pasado 6 de marzo estallaron combates graves entre los grupos armados opuestos a la nueva Administración y las fuerzas de seguridad sirias en la localidad de Jableh, en varios distritos de la ciudad de Latakia y en las zonas montañosas de Latakia y Tartus.

En respuesta, el Gobierno sirio envió refuerzos militares y utilizó helicópteros de combate. Las autoridades impusieron un toque de queda, mientras el presidente interino instó a los grupos armados a deponer las armas.

ONU se reúne de emergencia

El Consejo de Seguridad de la ONU convocó una reunión de emergencia este lunes, a solicitud de varios Estados miembros, para analizar la grave escalada de violencia en el oeste de Siria, donde una matanza en los últimos días deja un saldo de miles de personas fallecidas.

La sesión, que se llevará a cabo a puerta cerrada, contará con la probable participación del enviado especial para Siria, el diplomático noruego Geir Pedersen.

La crisis se desató tras enfrentamientos entre grupos leales al expresidente sirio, Bachar al Asad, y las fuerzas de seguridad de la nueva administración de Damasco en la región de Latakia, en la costa mediterránea.

Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, al menos 1.311 personas han fallecido, entre ellas 973 civiles, en lo que se ha descrito como una de las peores oleadas de violencia en el país en los últimos años.

Con información de Últimas Noticias