En el país hubo 3,89 días de clase a la semana en promedio entre enero y julio de 2023, denunció la Asociación Civil Con la Escuela en su último informe sobre la crisis educativa en Venezuela, en el marco del proyecto Red de Observadores Escolares.
El horario mosaico y la deficiencia de servicios públicos han reducido drásticamente el tiempo que los niños venezolanos pasan en los centros educativos.
“En el año escolar pasado (enero y julio de 2023), y al inicio del actual, la pérdida y suspensión de clases es un problema crónico”, expresó la ONG.
La organización investigó 79 planteles en siete entidades del país (Lara, Zulia, Apure, Anzoátegui, Bolívar, Distrito Capital y Miranda). En estas instituciones también se estudió la matrícula y el estado de la infraestructura.
Los resultados indican una gran deterioro estructural y apuntan que las escuelas en el territorio nacional están cada vez más empobrecidas. Por ejemplo, el internet, un recurso básico en el presente para estudiar, es “prácticamente inexistente” en el sector rural (76% de las instituciones públicas de estas zonas afirman que no tienen acceso a la conexión).
“Las consecuencias de la prestación del servicio educativo en condiciones de precariedad es la vulnerabilidad que ocasionan en el estudiante. Éste pasa a ser el más perjudicado al tener limitado su derecho a una educación de calidad, porque las condiciones que exhibe la escuela dificultan su presencia permanente en la institución”, reza el documento publicado por Con La Escuela.
Con información de Foco Informativo