El serpentario del bosque Macuto es el hogar de ocho tipos de serpientes que predominan en los diversos ecosistemas del país convirtiéndose en un santuario de conservación y reproducción de estos reptiles.
Divididas en categorías, el serpentario ha adecuado terrarios que asemejan el habitad donde se desenvuelven las serpientes iniciando las especies cuya mordedura es de menos letalidad hasta las consideradas de alta peligrosidad iniciando en los colúbridos que acoge la serpiente morrona, la bejuca y la lora cuya mordedura no es venenosa, seguida de las boas como la anaconda y la constrictor que estrangulan a la presa y causarle la muerte para completar el cuadro con las víboras con potencial venenoso alto capaz de causar la muerte como lo son la mapanare, la cascabel y la falsa coral.
Según detalla María Hernández, guía del serpentario estos ocho tipos de serpientes abundan en todos las biosferas del país hasta en el mismo estado Lara, siendo estos reptiles de resguardo animales recuperados o donados por las personas de las distintas comunidades cercanas al bosque.
“Tenemos ocho variedades de serpientes de tres de las cinco especies que hay en el mundo, acá buscamos sensibilizar a las personas sobre todo en su preservación y cuidado ya que el instinto lleva al ciudadano a matarlas hasta cuando son inofensivas. a lo largo del recorrido establecemos contacto con las personas y les brindamos herramientas para que manejen con calma la situación” detalló Hernández.
Rompen mitos
Muchos de los mitos son desmontados en el serpentario, el principal es el consumo y aplicabilidad de serpiente conocida como la ciega en tratamientos medicinales que contrarrestan el dolor y la inflamación. Los guías del parque destacan que cada semana se reciben más de 10 personas que vienen con esa hipótesis. “Aquí les damos a entender que la propiedad curativa la tiene las plantas medicinales con que elaboran esos tipos de cocuys pero la serpiente en si no tiene ningun poder curativo y su descomposición en este tipo de bebidas para consumirlas podría causarles daño al organismo” detalló Hernández.
Recomendaciones
Los guardaparques y guías turisticos del bosque Macuto sostienen que todas las serpientes activan su mecanismo de defensa cuando se sienten desprotegidas, por lo menos la lora abre su boca lo más grande que puede para hacer sentir su molestia, la bejuca entra en una rigidez que gracias a su color y capacidad de camuflaje pasa desapercibida, la cascabel suena la cola mientras que el resto termina haciendo un siseo que se oye en el lugar.
Los expertos en el trato y cuidado de estos animales llaman las personas a mantener la calma si se encuentran con alguna de ellos, no matarlos y automáticamente contactar a la brigada ambiental para su resguardo. Aquellas que son rescatadas pero que no se adaptan al serpentario son liberadas en el parque Terepaima.
Con información de La Prensa de Lara
