El Gobierno de EEUU está empeñado en disminuir su dependencia de los países asiáticos, especialmente de China, en lo que respecta a la industria de los circuitos integrados. Asia es actualmente el principal productor mundial de chips de memoria, microprocesadores y obleas de silicio, con porcentajes de producción del 90%, 75% y 80% respectivamente. Estas cifras son tan impresionantes que Occidente no puede alcanzarlas a medio plazo.
EEUU ha reservado una suma considerable, unos 52.000 millones de dólares, para una partida de gran importancia estratégica: la industria de los circuitos integrados. Aunque esta cantidad parece generosa, si consideramos que el costo de establecer una planta de fabricación de chips de vanguardia oscila entre 10.000 y 30.000 millones de dólares, la cifra total de subvenciones no parece tan abundante.
En junio de 2023, el Departamento de Comercio aprobó un paquete de solicitudes de subvenciones de empresas relacionadas con la industria de los chips por un valor de 39.000 millones de dólares. Durante 2022, los fabricantes estadounidenses de circuitos integrados y dispositivos electrónicos anunciaron inversiones conjuntas a corto y medio plazo por un total de 166.000 millones de dólares para apoyar la estrategia del Gobierno. Sin embargo, algunas empresas no están satisfechas con el monto de las subvenciones a las que pueden acceder.
Con informacion de Xataka