Los fabricantes europeos de componentes de automoción pidieron este martes una “solución negociada” entre Bruselas y Washington para lograr una “relación comercial transatlántica equilibrada”.
La patronal comunitaria de componentes, CLEPA, señaló en un comunicado que apoya “una respuesta mesurada de la UE” en la que “debe priorizarse una solución negociada con EE.UU. para evitar represalias no deseadas sobre importaciones críticas -como plásticos especializados, insumos para semiconductores y aceros de alta calidad- que son difíciles de sustituir”.
“Los aranceles impuestos por la administración Trump son una amenaza significativa para la industria europea de proveedores de automoción, ya que ponen en riesgo 13.900 millones de euros en exportaciones a EE.UU. y hasta 125.000 empleos en la UE”, dijo el secretario general de la patronal europea de componentes CLEPA, Benjamin Krieger.
La patronal sectorial se expresó así después de que esa plataforma, junto con representantes de la empresa alemana Bosch y de la francesa Valeo, se reunieran la víspera con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
“Los proveedores destacaron los efectos en cadena de los recientes aranceles estadounidenses sobre las exportaciones de automóviles, acero y aluminio, que no solo afectan a los fabricantes de vehículos, sino a toda la cadena de suministro”, apuntó CLEPA.
El mensaje de CLEPA va en el mismo sentido con el que transmitió el lunes la patronal europea de los fabricantes automovilísticos, ACEA, que reclamó a la UE una solución “constructiva y negociada” a los aranceles de Estados Unidos que evite contestar con represalias que pueden dañar la competitividad del bloque.
Con información de EFE