Gabriela Jiménez: “Hay 210 proyectos científicos para atender necesidades del pueblo”

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Foto: Archivo

En algún archivo de su celular, la ministra de Ciencia y Tecnología, Gabriela Jiménez, conserva el voice que le mandó el presidente Nicolás Maduro, dibujándole la fórmula a utilizar para romper el bloqueo y resucitar la investigación científica en Venezuela.

“Gabriela lo vamos a lograr por la vía de los hechos”, dice parte de la grabación y que la ministra evoca siete años después durante una entrevista que concedió a Últimas Noticias en su despacho de la caraqueña esquina El Chorro.

“Hoy podemos decir que hemos vencido ese bloqueo terrorista; escríbalo así”, dice la bióloga con los ojos aguados al tiempo que le pide a sus asistentes que le pasen ya, vía whatsapp, las fotos de los microscopios de última generación que ingresaron a Venezuela de manera triangulada con la colaboración de países amigos.

En la entrevista, la también vicepresidenta sectorial para Ciencia, Tecnología, Educación y Salud reveló el sitio donde se encuentran los modernos microscopios ya en manos de mujeres y hombres que le sacan provecho para detectar nuevas enfermedades, proyectar los cambios de clima y descubrir la riqueza minera que hay en las entrañas del suelo venezolano.

Algo de eso último se vio en vivo y en directo el jueves pasado cuando el presidente Nicolás Maduro observó a través de uno de los microscopios, traídos al país a despecho del bloqueo, la composición de una roca colectada en las zonas mineras de Venezuela.

“Aquí hay algo que descubrimos, pero no se puede decir todavía”, comentó el jefe de Estado durante un acto celebrado en los patios de la Casona Cultural Aquiles Nazoa, desde donde otorgó financiamiento para 210 proyectos científicos por un monto de $7.657.093.

En esos trabajos participan 821 mujeres de las 25.877 investigadoras registradas en la Gran Misión Ciencia, que lleva por nombre Humberto Fernández Morán, la cual fue activada por Maduro el miércoles 10 de abril pasado desde el Polo Científico Tecnológico de la Fundación del Instituto de Estudios Avanzados (Idea).

—¿Cómo fue que Venezuela trajo esos microscopios modernos?
—En el año 2017, la República hizo la adquisición de tres microscopios electrónicos, fabricados por una trasnacional norteamericana muy famosa y era para modernizar los equipos obsoletos de la Facultad de Ciencias de la Universidad Central de Venezuela, del Centro de Investigación Metalúrgica de la Siderúrgica del Orinoco en la Corporación Venezolana de Guayana y para el Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (Ivic).

—Venezuela ya poseía esa tecnología, pero requería actualizarla.
—Venezuela es cuna de la microscopia electrónica desde los aportes del doctor Humberto Fernández Morán: el ultramicrotomo, la cuchilla de diamante y la identificación de las subpartículas mitocondriales, se debían al uso y aplicaciones de nuevas técnicas, para el estudio en tejidos biológicos, por ejemplo. Nosotros siempre estuvimos en una posición preponderante en el área de la microscopia electrónica. Teníamos un programa permanente de microscopia electrónica, vinculado a una red nacional con la Universidad de Oriente, la Central de Venezuela, la Politécnica Experimental Luis Caballero Mejías. Esa infraestructura nos permitía formar unos 200 profesionales al año.

—Todo eso se vio interrumpido con las sanciones de Estados Unidos.
—Nuestros equipos eran Siemens y japoneses. Pero, a partir de las sanciones, que son un acto inmoral y en algunos casos terrorista, esos equipos que llegan a Venezuela, se instalan, pero no podían encenderse porque la columna del microscopio electrónico requiere un filamento de tungsteno (metal) para emitir los electrones. Teníamos un microscopio electrónico que no emitía electrones.

—En resumen, ¿para qué sirven esos microscopios electrónicos?
—Para la investigación, para la docencia y desarrollo de actividades vinculadas con la industria, entre otros.

—Por ejemplo, los que estaban destinados a la Corporación Venezolana de Guayana.
—Esto te permitía desarrollar una serie de tecnologías y aplicaciones para el estudio de los materiales, determinación de minerales, estructuras metálicas, nanotecnología. Cuando quieres hacer análisis de corrosión de las embarcaciones, haces análisis de microscopía de barrido para ver cómo está la superficie metálica, si hay algún desgaste.

—¿En qué otras áreas se requieren los microscopios electrónicos?
—Para estudiar los insectos, el polen, también necesitas microscopia de barrido. Los insectos son tan diminutos que para poder hacer el análisis de cada patita, de cada antena de una hormiga, por ejemplo, haces la microscopia de barrido y puedes tener toda la topografía del insecto. En el caso de los granos de polen de las flores, también tienen unas particularidades. Hay insectos que polinizan unas flores y otras no.

—Son estudios que indirectamente evalúan el cambio climático.
—Sí, con el cambio climático estamos observando menos procesos de floración, menos disponibilidad de semillas; estamos evaluando también si la alteración es del polen.

—Da para muchas cosas la microscopia electrónica.
—Al final la microscopia electrónica es una técnica trasversal para el desarrollo de muchos sectores productivos del país, de la agricultura, industria, electrónica, salud, minería.

—Tener un microscopio electrónico te coloca en una posición dentro del mundo de la ciencia.

—En el mundo, un indicador del desarrollo productivo de un país está vinculado al número de microscopios electrónicos instalados, que permiten hacer el análisis de los materiales y de las ultraestructuras.

—Usted catalogaba todo eso como “el derecho a comprender”
—Cuando tú quieres interpretar la realidad, cuando tú quieres construir soluciones a los problemas, porque la ciencia debe dar respuesta a las necesidades del pueblo. Cuando quieres analizar un fenómeno, es tu derecho a comprender.

—¿Cómo quedó ese derecho en medio de todo ese conjunto de medidas impuestas por Estados Unidos?
—Cuando tú coartas el sistema educativo, cuando tú atentas contra el sistema de ciencias, ¿qué le estás haciendo a un pueblo?… Le estás limitando sus posibilidades a desarrollar sus propias capacidades, su derecho al desarrollo. Si tienes una infraestructura científica que llega a un grado de obsolescencia, pero que además no puedes reinvertir ni modernizar, ¿cómo crees tú que los pueblos se hacen de las nuevas herramientas para enfrentar los desafíos de la actualidad?

—Retomemos la historia de cómo hicieron para traer los microscopios electrónicos.
—Comenzamos a buscar otros proveedores de esos equipos que quisieran venderle a Venezuela. Nos llevó casi cinco años porque se atravesó la pandemia.

—Otro obstáculo
—Pero el año pasado logramos un mecanismo y los compramos como que si fuese para Venezuela desde un país hermano. Y después que llegó al país hermano, los trajimos. Se trianguló.

—¿Y después?
—Luego los microscopios fueron llegando a la aduana, nosotros no dijimos nada. Desde octubre de 2023 comenzaron a llegar las partes, los diferentes componentes; luego armarlos, encenderlos y entrenarnos nuevamente porque teníamos siete años sin operar microscopios electrónicos.

—¿Qué tenemos entonces?
—Tenemos en este momento los dos microscopios más modernos de toda América, instalados en el Polo Tecnológico, Fundación Instituto Ingeniería, que queda en Sartenejas, Baruta.

—¿Por qué allí?
—Los colocamos allí porque queremos potenciar las ingenierías del país para vincularlas al aparato productivo nacional. El desarrollo de la industria requiere mucha ingeniería y que estos microscopios estén al servicio de esto.

—Pero son dos microscopios. ¿Traerán, entonces, a los futuros ingenieros al Polo Tecnológico?
—En el Polo Tecnológico hay residencia para 52 científicos que quieran vivir allí. Nosotros podemos recibir entonces a estudiantes cada dos, tres meses para que se instalen allí, hagan las pasantías y se formen en microscopia.

—¿Qué áreas van a ser priorizadas?
—Salud, ambiente, agricultura, cambio climático, ingeniería (metalúrgica, química, industrial) y análisis de materiales. Por ejemplo, podemos analizar si los aviones Sukhoi tienen algún daño en su estructura que no se nota a simple vista.

—El presidente Maduro mencionó que Venezuela está de cuarto lugar en una de esas categorías científicas.
—Venezuela, en su agenda científica ha desarrollado herramientas para la vigilancia genómica, es decir, el uso de la genética molecular para el monitoreo de especies como virus, bacterias que puedan afectar la salud, como el covic, la influencia aviar. Esa vigilancia genómica nos permite poder ver los genes de cualquier bicho.

—¿Por ejemplo?
—Yo te puedo decir en este momento cuántos dengues circulan en Venezuela. ¿Por qué?, porque hemos secuenciado los virus de dengue en nuestros pacientes. Esa red que hace biología molecular, genética molecular de virus y de bacterias nos permite monitotear estos microorganismos, la presencia en el país y su relación con una enfermedad.

—¿Eso coloca a Venezuela en esa posición que aludía el presidente Nicolás Maduro?
—Venezuela es el cuarto país en Iberoamérica en la red de vigilancia genómica y ese proyecto está liderizado por mujeres. Eso lo certificó la Red Iberoamericana de Ciencias. Eso, pese a las sanciones, que aprovecho para decir: las sanciones son un acto inmoral e inclusive un acto de terrorismo cuando atentan contra la salud pública.

—Naciones Unidas dice que esas sanciones causaron efectos devastadores en la población venezolana.
—Cuando vino a Venezuela la relatora especial de Naciones Unidas, Alena Douhan (febrero 2021), levantó un informe diciendo que las sanciones habían tenido un efecto devastador en la población venezolana. Cuando ella vino, la llevamos a visitar Industrias Canaima, donde se fabrican las canaimitas para los escolares. Por cierto, ahorita tenemos bloquedas en Portugal 500 mil canaimitas desde el 2017.

—¿A cuáles otros sitios llevaron a la relatora de Naciones Unidas?
—La llevamos con la situación de los microscopios electrónicos para explicarle a ella que no podíamos hacer estudios científicos en Venezuela.

—¿Le explicaron con algún caso en particular?
—Hay personas que nacen con algunas alteraciones de los miembros inferiores y requieren algunas biopsias y tejidos. Si la mutación está asociada a las fibras musculares, esas personas no desarrollan la musculatura, por lo tanto, los huesos no tienen forma de sostenerse, y no logran caminar. Le explicamos a la relatora que nosotros hacíamos esos estudios en el servicio de microscopia electrónica de la UCV y el Ivic. Porque nos permitía dar un diagnóstico a nuestros pacientes. Le dijimos que la microscopia también nos servía para el desarrollo y estudio de posibles medicamentos. Entonces, estás afectando el aparato productivo industrial, el farmacéutico, las agendas públicas de salud pública, educativa y de seguridad ciudadana del país, porque allí entran los estudios de la balística, entre otros.

—Una afectación en diversas áreas
—Esto estaba generando toda una distorsión y afectación del sistema de ciencias en donde la microscopia electrónica estaba muriendo. Los laboratorios estaban cerrados.

—Ahora el presidente Maduro aprobó financiamiento a 210 proyectos científicos. ¿Cuándo inició ese plan?
—Nosotros hicimos la convocatoria cuando debatimos las 7 Transformaciones (7T). Allí las mujeres aportaron recomendaciones y nosotros asumimos que esas eran las líneas de la investigación científica en Venezuela.

—¿Cómo se dio ese debate?
—Realizamos 63 mil asambleas; millones de personas respondieron cuáles eran los intereses en esa investigación. Entonces, eso lo asumimos como parte de las líneas de investigación en nuestro país, en donde el pueblo quería desarrollar sus conocimientos, sus capacidades, sus destrezas.

—Y es allí donde nacen esos 210 proyectos financiados.
—Recibimos un cúmulo de proyectos; el Comité Técnico aprobó 210 proyectos, seguimos recibiendo igual durante todo el año. A la fecha tenemos 333 proyectos con financiamiento; 76% de ellos lo desarrollan mujeres.

—¿Qué proyectos resaltan?
—Esos 210 proyectos financiados son los proyectos más sentidos, más identificados con nuestras realidades, pensados y planificados para atender necesidades reales del pueblo venezolano. No son agendas importadas. Entonces, tienes mujeres que están estudiando el cáncer de cuello uterino en nuestras mujeres; otras, el cáncer de mama, en nuestras mujeres; otras están haciendo el estudio de pesquisa neonatal, que es la prueba del talón a los bebés al nacer y que están determinando si los niños tienen una condición genética que afecte su salud.

—Proyectos ligados a la salud pública, a las enfermedades de la región.
—Sí. Además tenemos proyectos relacionados con la producción masiva del kit para el diagnóstico del cáncer de mama; proyectos para la caracterización del VPH en Venezuela y su incidencia en el cáncer de cuello en nuestras mujeres. Nuestras científicas se van a las comunidades, realizan las citologías, determinan si las mujeres tienen VPH. Luego esas muestras de VPH se vienen al laboratorio para secuenciar.

—Por ejemplo, en esa investigación, ¿qué han descubierto?
—Por ejemplo, que hay 118 variantes de VPH y, algunas de ellas son oncológicas, están asociadas al desarrollo de cáncer de cuello uterino. Pero el diagnóstico temprano te permite acciones preventivas, porque en un 98%, si hay diagnóstico temprano, puedes cortar el curso de la enfermedad.

—Se nota que la ciencia en Venezuela está muy activa
—Demasiado. Allí en el auditorio (del Ministerio de Ciencia) están las 210 mujeres científicas, recibiendo sus computadoras y terminando de firmar el contrato para el financiamiento de sus proyectos. Están muy emocionadas.

Al detal

”76% de la investigación del país lo están realizando mujeres y cuentan con el financiamiento del Estado; y eso es una instrucción del presidente Maduro, que ellas asuman las riendas de la coordinación, la dirección de los laboratorios de investigación del país y de la gestión del conocimiento”

“Los 210 proyectos que el presidente Maduro ordenó, con un financiamiento de 7,6 millones de dólares, no son proyectos individuales; se desarrollan a través de redes de colaboración y participación con otras mujeres. Entonces, hay 210 proyectos y 1.200 mujeres asociadas a las actividades que se van a desarrollar en esos planes y eso permite la construcción colectiva de conocimiento y la agenda para una ciencia abierta”

“Entre esos proyectos tenemos estudios relacionados con el desarrollo de potenciales fármacos derivados de plantas autóctonas nuestras. Estamos haciendo química medicinal, la caracterización de las plantas para probarlas en tejidos con cáncer, HIV, Malaria, Hepatitis. Estamos probando si son anti-microbianos, de modo tal que al inhibir el crecimiento de la bacteria o virus, tengamos un potencial medicamento para desarrollar y aplicar”

Con información de ÚN