Te sucede que al final del mes el dinero que planificaste en tu presupuesto no te alcanzó? Si es así, te debes preguntar cuántas veces comes fuera de casa a la semana o cuántos cafés compras en la calle. Estos son consumos tan pequeños que por su tamaño económico se conocen como “gastos hormiga».
En el día a día las personas suelen gastar más de lo planificado sin darse cuenta, al percibir en el momento que los montos son insignificantes. Sin embargo, al sumarlos pueden llegar a representar una gran parte del presupuesto mensual.
Esto no significa que no puedas disfrutar de un helado, una salida con tus amigos o una tarde de cine. Solo que si se vuelve algo recurrente y no lo proyectas, a largo plazo puede acabar con lo que querías destinar a tus ahorros o con el dinero para pagar tus deudas.
¿Los gastos hormiga son malos?
De acuerdo a la institución financiera Bancolombia, “las cosas que compramos o los servicios que obtenemos a través de los gastos hormiga no son malos en sí mismos”. Lo que es indispensable es reconocer que sí generan un conflicto en tus finanzas personales o familiares, pues te alejan de tus metas.
Seguro te estás preguntando si existe un monto específico para este tipo de gastos y la respuesta es no. Estos pueden variar según el nivel de ingresos de cada persona y su característica común es que al no estar presupuestados, te hacen perder tu control financiero.
Ejemplos de gastos hormiga
- Comprar café
- Antojos como snacks
- Salir a comer
- Comida a domicilio
- Compras online impulsivas
- Ir muy seguido al cine
- Utilizar taxis en trayectos en los que se puede caminar
¿Cómo detectarlos?
Para cambiar tus hábitos económicos primero debes ser consciente de cómo detectar los errores antes de cometerlos. El Instituto de Santalucía detalla que las principales características de los gastos hormiga son las siguientes:
- Regularidad: Suelen presentarse con frecuencia en tu vida diaria. Por ejemplo, comprar una torta todas las tardes para merendar.
- Compra impulsiva: Se realizan sin una planificación adecuada o sin considerar si realmente necesitamos el artículo o servicio en ese momento.
- Pasan fácilmente desapercibidos: No los tomamos en cuenta al hacer un seguimiento de nuestros gastos y puede ser una sorpresa al revisar nuestras finanzas en conjunto.
¿Cómo evitarlos?
Si te diste cuenta que en tu día a día tienes consumos como los mencionados anteriormente, no te preocupes. Aquí te ofrecemos algunos tips compartidos por el banco Santander para eliminarlos:
- Haz una lista de lo que realmente necesitas y planea tus compras
- Haz el cálculo de cuánto representan tus gastos diarios en términos mensuales y anuales, y evalúa si valen la pena
- Controla tus gastos por impulso
- Realiza un presupuesto antes de salir para saber cuánto puedes gastar
- Revisa tus suscripciones digitales y elimina los servicios que ya no uses/necesites
- Revisa tus solicitudes de compras a domicilio e incorpora estos pagos a tu presupuesto
