Cuando se trata de mejorar el aspecto de la piel, los alfa hidroxiácidos (AHA) y los beta hidroxiácidos (BHA) suelen ser los activos más buscados en los productos cosméticos. Sin embargo, hay un polihidroxiácido (PHA) que viene ganando terreno como aliado para la salud y la belleza cutánea: la gluconolactona.
Al igual que los AHA y los BHA, sirve para mejorar el tono y la textura de la piel, dado que hidrata, mientras disuelve las células muertas que dan un aspecto opaco. Pero a diferencia de los primeros, se distingue por ser un exfoliante químico suave, apto hasta para pieles sensibles. ¿Quieres saber más sobre sus propiedades?
¿Qué es la gluconolactona?
La gluconolactona es un polihidroxiácido (PHA) derivado del ácido glicólico, que se encuentra de forma natural en la piel humana. Pero también se obtiene a través de la oxidación de la glucosa del maíz.
En la cosmética se le conoce como un exfoliante químico suave. Suele tolerarse bien, incluso en pieles sensibles.
Su tamaño molecular es más grande que el de otros ácidos más usados en la cosmética, como los AHA y los BHA. Esta característica impide que penetre en profundidad en la piel y explica por qué es menos irritante. Además, tiene la capacidad de atraer agua a la dermis, por lo que también funciona como hidratante.
Debido a estas propiedades, se destaca como una sustancia capaz de eliminar las células muertas de la capa externa de la piel, a la vez que deja un aspecto suave y brillante. Asimismo, se considera un aliado para la eliminación de radicales libres y para la prevención de signos prematuros del envejecimiento.
Beneficios de la gluconolactona para la piel
Aunque por estos días la gluconolactona es el «ingrediente de moda» para el cuidado de la piel, en realidad, muchos no conocen sus beneficios. Si bien se cataloga como un ácido exfoliante, los efectos van más allá. Veamos en detalle.
Actúa como exfoliante químico suave
La principal aplicación cosmética de la gluconolactona es como exfoliante químico suave. Se diferencia de otros ácidos utilizados para la exfoliación del rostro (como los alfahidroxiácidos y los betahidroxiácidos) porque penetra en la piel de una forma más lenta y gradual, y menos profunda.
Así, remueve las capas de células muertas de la superficie sin causar reacciones adversas, como enrojecimiento, descamación, ardor o comezón. ¿El resultado? Una piel más suave, libre de grasa y con un tono más uniforme.
Es hidratante
Al ser del grupo de los polihidroxiácidos (PHA), la gluconolactona ofrece propiedades extra para hidratar la piel. «Poli» significa ‘muchos’, mientras que los grupos de hidroxilo son pares de átomos de oxígeno e hidrógeno. Esos hidroxilos adicionales permiten que el ingrediente atraiga agua hacia la piel.
Su aplicación no solo remueve la piel muerta, sino que hidrata en simultáneo y deja un aspecto más brillante. Es otra de las diferencias con sus contrapartes ácidas, que suelen dejar la piel seca.
Tiene propiedades antienvejecimiento
Otra de las grandes cualidades de la gluconolactona es que ayuda a rejuvenecer el rostro. Sus propiedades antioxidantes reducen los efectos negativos de los radicales libres, moléculas asociadas al envejecimiento prematuro.
En particular, estudios in vitro determinaron que esta sustancia puede proteger la piel contra los efectos dañinos de la radiación ultravioleta (UV), uno de los generadores de radicales libres. Con ello, no solo reduce la tendencia a sufrir quemaduras, sino el riesgo de fotoenvejecimiento.
Un estudio más reciente, divulgado en 2023 por la revista Pharmaceuticals, también respalda estas propiedades. De acuerdo con la publicación, una loción a base de gluconolactona ayudó a prevenir la degradación de colágeno y elastina asociados a la exposición ultravioleta.
Sumado a su efecto antifotoenvejecimiento, se determinó que también tiene propiedades no comedogénicas. Los científicos explicaron que el producto es una «opción válida para contrarrestar la dilatación de los poros relacionada con el envejecimiento».
Con información de Mejor con salud
