Este miércoles Estados Unidos sancionó a 21 funcionarios del país tras las elecciones presidenciales del 28 de julio, en las que se proclamó la reelección de Nicolás Maduro.
Ante esto, el gobierno rechazó las medidas restrictivas hacia los venezolanos, las cuales representan un «acto desesperado de un gobierno decadente y errático que busca ocultar su rotundo fracaso electoral».
A través de un comunicado difundido por el canciller, Yván Gil, se reseñó que estas sanciones no promueven la democracia en el país, «sino que buscan dar un último aliento a un grupo fascista disperso y desprestigiado que no tiene arraigo en la población venezolana, para prolongar así su fracasada política de cambio de régimen».
Unión Radio