Las pieles maduras suelen distinguirse por la flacidez, arrugas, arañas vasculares y las manchas producidas por el sol.
Estas señales se comienzan a presentar con más énfasis a partir de los 35 años, sin embargo, cada piel es diferente, por lo que se deben cuidar desde muy temprano.
Para ello, opta por el uso de aceites vegetales, los cuales le aportan a la piel la hidratación que necesita.
¿Qué necesitan las pieles maduras?
Según los expertos, con el tiempo y de manera natural, el metabolismo de las células se ralentiza y empieza a mostrar sus efectos.
En tal sentido, se muestra seca y áspera al tacto, se torna opaca o amarillenta, pierde elasticidad y tonicidad, y hasta se vuelve más frágil y cicatriza peor.
¿Por qué ocurre? Porque las pieles maduras necesitan nutrición e hidratación en profundidad para así evitar la tirantez y sequedad.
Aceites vegetales en tu auxilio
Una solución para tratar este tipo de piel es recurrir a los aceites vegetales los cuales ofrecen entre sus beneficios los aportes de vitaminas y antioxidantes que necesita. Además, de regenerar e hidratar la piel. Incluso estimulan la microcirculación, nutren y revitalizan la piel.
Estos aceites que favorecen las pieles maduras son:
– Argán
– Oliva
– Coco
– Almendras
– Jojoba
– Rosa mosqueta
– Sésamo
– Avellanas
– Granada
– Macadamia
– Cáñamo
Estos aceites son ricos en antioxidantes y ácidos grasos que pueden ayudar a reducir los signos del envejecimiento, como arrugas y líneas finas. También recuperan la firmeza, flexibilidad y suavidad de la piel.
¿Cómo? Gracias a la textura untuosa de éstos, dura más tiempo actuando para rehidratar y dejar la piel mucho más lisa.
Con información de 2001
