El envejecimiento es un proceso natural que todos experimentamos a lo largo de la vida. Sin embargo, podemos influir en la velocidad a la que nuestro cuerpo envejece mediante nuestras acciones y elecciones diarias.
No aplicarnos protección solar, fumar o no beber suficiente agua, son solo algunos de estos hábitos que pueden contribuir a acrecentar la velocidad a la cual envejecemos. El envejecimiento prematuro no solo afecta nuestra apariencia física, sino que también puede tener un impacto significativo en nuestra salud en general. Por ello, es de gran importancia conocer y corregir estos comportamientos para vivir una vida más saludable y vital.
1. Exposición al sol sin protección
Uno de los principales aceleradores del envejecimiento es la exposición excesiva al sol sin protección. Según un estudio publicado en Dialnet sobre el «Fotoenvejecimiento y repercusiones en la calidad de vida de las personas adultas-mayores en Zaragoza», los rayos ultravioleta (UV) dañan la piel y pueden causar arrugas, manchas y envejecimiento prematuro. El uso regular de protector solar y la adopción de medidas de protección, como usar sombreros y ropa de manga larga, son esenciales para prevenir este daño.
2. Fumar
Según la Academia Española de Dermatología y Venereología, el tabaco tiene un efecto sobre la elastina de la piel, lo que provoca arrugas prematuras. «El riesgo de arrugas de las mujeres fumadoras es casi el triple respecto a quienes no consumen tabaco y el doble en el caso de los hombres». Además, el fumar está relacionado con enfermedades graves como el cáncer y las enfermedades cardíacas.
3. Falta de sueño
El sueño es fundamental para la regeneración celular y la reparación de tejidos. Según el Instituto de Medicina del Sueño, la falta de sueño crónica puede tener como consecuencia el envejecimiento precoz, provocando ojeras, piel opaca y arrugas prematuras. Establecer una rutina de sueño adecuada y asegurarse de descansar lo suficiente es esencial para mantener una apariencia joven y saludable.
4. No beber suficiente agua
La hidratación adecuada es crucial para mantener la piel saludable y radiante. Pero, la falta de agua no solo puede llevar a una piel seca, arrugas más pronunciadas y una apariencia apagada, sino que también puede influir en el desarrollo de enfermedades crónicas y envejecer antes, según los resultados obtenidos por un estudio publicado en la revista eBioMedicine y llevado a cabo por el Instituto Nacional de la Salud. Beber suficiente agua durante el día es una de las formas más simples de mantener una apariencia juvenil.
5. Estrés constante
El estrés crónico puede tener efectos negativos en la salud en general, incluyendo un envejecimiento prematuro. El estrés libera hormonas que pueden dañar la piel y el cabello, y también está relacionado, entre otras, con enfermedades cardíacas. Según un estudio publicado en JAMA en 2021, estar sometido a un estrés constante, puede incrementar el riesgo de sufrir un ataque cardiovascular.
Practicar técnicas de gestión del estrés, como la meditación y el ejercicio, pasar tiempo al aire libre o con amigos, son algunas de las claves que propone la Biblioteca General de Medicina para mantener la juventud y la salud del corazón.
Con información de 20minutos