El príncipe Enrique, hijo menor del rey británico Carlos III, y su esposa, Meghan Markle, terminaron este domingo un viaje privado de tres días a Nigeria con la visita en Lagos de una organización que usa el baloncesto para transformar la vida de jóvenes.
Los duques de Sussex llegaron a Lagos, la ciudad más poblada de Nigeria y su capital económica, después de pasar dos días en Abuya.
Los recibió el gobernador del estado de Lagos, Babajide Sanwo-Olu, en su residencia oficial, antes de que se dirigiesen al colegio Ilupeju Grammar, donde conocieron las actividades de la Fundación Gigante de África.
«El poder del deporte puede cambiar vidas», aseguró Harry.
Desde su llegada a Nigeria, Enrique y Meghan han visitado a un colegio en Abuya que recibe fondos de su organización, benéfica, la Fundación Archewell, y han conocido veteranos heridos del Ejército nigeriano, con los que llegaron a jugar un partido de voleibol sentado.
Enrique animó a los militares a participar en los Juegos Invictus, un evento deportivo para veteranos de guerra y soldados en activo pero heridos, y su última edición se celebró el pasado mes de septiembre en la ciudad alemana de Düsseldorf.
Los soldados luchan contra el grupo yihadista Boko Haram desde 2009 en el noreste de Nigeria, una violencia que se agudizó a partir de 2016 con la aparición de su escisión, el Estado Islámico en la Provincia de África Occidental (ISWAP, en inglés).
Además, deben lidiar también con grupos de «bandidos», como se conocen en el país a las bandas armadas que realizan en el país secuestros y robos, sobre todo en los estados del centro y noroeste.
Durante un evento la pasada noche en Abuya, Meghan reveló que un análisis de su ADN descubrió que tenía ascendencia nigeriana, y se mostró orgullosa de ello.
Así, dijo que Nigeria era «mi país».
«Es un cumplido para mí porque lo que define a una mujer nigeriana es una mujer valiente, resistente, valiente y hermosa», aseguró.
Enrique y Meghan decidieron renunciar a sus funciones reales en enero de 2020 para iniciar una nueva vida en California (Estados Unidos), donde residen con sus dos hijos: Archie y Lilibet.
Vía: EFE