La organización Human Rights Watch (HRW) ha acusado a los rebeldes chiíes hutíes, al Consejo Transicional Sureño y al Gobierno de Yemen de violar «sistemáticamente» los derechos de las mujeres a la libertad de circulación.
Según HRW, las restricciones a la circulación han afectado a las mujeres de todos los sectores de la sociedad yemení, especialmente a aquellas mujeres que trabajan en organizaciones no gubernamentales y trabajadoras humanitarias.
«En lugar de centrar sus esfuerzos en garantizar que la población yemení tenga acceso a agua potable y a alimentos y ayuda adecuada, las partes beligerantes están gastando su energía en levantar barreras a la libertad de movimiento de las mujeres«, ha señalado la investigadora de HRW para el Yemen y Baréin, Niku Jafarnia.
Aunque la ley yemení no exige que ellas viajen con un familiar varón inmediato, HRW ha informado de que algunas de las leyes y prácticas yemeníes restringían su circulación mucho antes del estallido del actual conflicto, en 2014.
Pérdida de derechos
La Ley del Estatuto Personal de Yemen de 1992 dice que pueden perder su derecho a la manutención conyugal si abandonan el hogar conyugal sin el consentimiento de su marido o por una «razón legítima».
En la práctica, si un tutor masculino denuncia a una mujer a la policía por viajar en contra de sus deseos, el Ministerio del Interior y las oficinas de seguridad pueden detenerla en los puestos de control.
Además, aunque la Ley de Pasaportes de Yemen de 1990 otorga a todos los yemeníes mayores de 16 años el derecho a obtener un pasaporte ordinario, en la práctica las autoridades exigen a la mujer tanto el permiso como la presencia de su tutor varón para obtener o renovar su documento de identidad personal o pasaporte.
HRW ha denunciado que los hutíes están ampliando drásticamente las restricciones contra la circulación de ellas en sus territorios desde que tomaron el control de Saná, la capital, y gran parte del norte de Yemen en los últimos nueve años.
La ONG ha alertado a las autoridades de las tres partes y sólo el Consejo Transicional Sureño ha negado que los puestos de control bajo su autoridad hayan detenido a mujeres que viajaban sin un familiar varón, algo que contradice a las pruebas que tiene HRW.
«Las repercusiones que estas restricciones a la libertad de circulación tienen en la vida de las mujeres son desastrosas no sólo para ellas, sino para toda la sociedad yemení», ha concluido Jafarnia.
Con información de EFE