Identifican una nueva diana terapéutica contra el cáncer de páncreas

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Foto: Archivo

La inmunoterapia es una promesa revolucionaria en la batalla contra el cáncer, aunque no todos los tipos de tumores responden de igual manera a este enfoque de tratamiento. El cáncer de páncreas, mortal para 9 de cada 10 personas diagnosticadas y que afecta anualmente a más de 9.000 personas en España y a cerca de medio millón en todo el mundo, según la Sociedad Española de Oncología Médica, no responde a los medicamentos actualmente aprobados. Por lo tanto, es crucial que la investigación biomédica identifique nuevas metas terapéuticas para atacar las células resistentes, especialmente las células madre del cáncer, que son las responsables de iniciar el tumor, formar metástasis y resistir a los tratamientos.

Un estudio reciente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), bajo el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades (MICIU), publicado en la revista GUT, descubre que las células madre del cáncer de páncreas utilizan una proteína antibacteriana llamada PGLYRP1 para escapar del sistema inmunitario y evitar su destrucción temprana. Al eliminar esta proteína, las defensas del cuerpo pueden identificar y destruir las células tumorales. Este hallazgo abre la puerta al desarrollo de nuevas inmunoterapias dirigidas al cáncer de páncreas, mejorando los tratamientos futuros.

El estudio ha sido codirigido por Bruno Sainz del Instituto de Investigaciones Biomédicas Sols-Morreale (IIBM), CSIC-UAM y del grupo BIOPAC del Instituto Ramón y Cajal de Investigación Sanitaria (IRYCIS); Christopher Heeschen del Candiolo Cancer Institute (IRCCS) en Italia; y Susana García Silva del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO).

Durante la última década, estos científicos han liderado un proyecto colaborativo que identificó una población de células madre del cáncer de páncreas (CSCs) en modelos de ratón. Estas células, responsables de las recaídas tras quimioterapia o radioterapia, también son altamente resistentes a la inmunoterapia. Hasta ahora, los mecanismos que utilizan las CSCs para evadir el sistema inmunitario no eran bien comprendidos.

A través de esta colaboración se identificó la Proteína 1 de Reconocimiento de Peptidoglicano (PGLYRP1) como una de las culpables de la evasión inmunitaria en las CSCs, utilizando modelos animales y muestras de pacientes. Este trabajo describe por primera vez el papel de esta proteína en el cáncer de páncreas, que se produce en exceso en las células madre del cáncer, estableciendo una base para desarrollar tratamientos dirigidos contra ella.

Una posible terapia contra el origen del cáncer de páncreas

“Cuando eliminamos PGLYRP1 de las células tumorales, observamos que el sistema inmunitario ataca estas células, impidiendo la formación del tumor primario y la diseminación metastásica”, explica Bruno Sainz, jefe de grupo del IIBM. “Estamos desarrollando terapias para bloquear o eliminar esta proteína, con la esperanza de combinarlas con los tratamientos actuales y atacar las células madre desde otro ángulo”, añade.

Durante los últimos cuatro años, Juan Carlos López Gil, primer autor de este estudio, ha descifrado por qué las CSCs producen esta proteína en el cáncer de páncreas: “Las células del sistema inmunitario intentan eliminar las células tumorales produciendo el factor de necrosis tumoral, pero PGLYRP1, que es similar a este factor, interactúa con el mismo receptor, bloqueándolo”, señala. Según López Gil, esto significa que “las CSCs se protegen utilizando una llave incompleta (PGLYRP1) para bloquear la cerradura (el receptor), evitando así la muerte que causa el factor de necrosis tumoral (la llave completa)”.

Los investigadores están sorprendidos de que una proteína utilizada por nuestras defensas para combatir bacterias sea empleada por el cáncer de páncreas para protegerse de esas mismas defensas. “Será prioritario en el futuro entender cómo las células tumorales explotan procesos fisiológicos para ‘reeducar’ el entorno tumoral y hacer que reaccione contra el cáncer”, comenta la coautora García-Silva.

Con información de WebConsultas