La India presentó una protesta solemne por canales diplomáticos a China después de que Pekín estableciese, según Nueva Delhi, dos nuevos condados en una zona que es reclamada parcialmente por las dos potencias asiáticas y parte de la cual se encuentra en el territorio de la Unión indio de Ladakh.
«Nunca hemos aceptado la ocupación ilegal china del territorio indio en esta zona», dijo en una conferencia de prensa el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de la India, Randhir Jaiswal.
El portavoz dijo que la creación de los nuevos condados chinos, situados en la prefectura china de Jotán, no tendrá ninguna influencia en la posición a largo plazo de la India sobre su soberanía de Ladakh, en el Himalaya, donde en 2020 tuvo lugar un mortal enfrentamiento entre tropas indias y chinas tras un despliegue militar de Pekín que degeneró en un choque fronterizo en el que murieron al menos 20 soldados indios.
Jaiswal aseguró que Nueva Delhi no prestará legitimidad a «la ocupación ilegal y forzosa (de la región) por parte de China».
El territorio de la Unión de Ladakh, en el noroeste de la India, formaba parte del estado de Jammu y Cachemira hasta que el Gobierno del primer ministro indio Narendra Modi retiró su estatus de semiautonomía en 2019 tras la derogación del artículo que la consagraba en la constitución de este país asiático.
La zona es objeto de una disputa territorial de más de medio siglo entre la India y China, que controla el territorio de Aksai Chin, al noreste de Ladakh, que también reclama Nueva Delhi.
Según el canal de televisión indio NDTV, la agencia estatal de noticias china Xinhua informó sobre el establecimiento de los dos nuevos condados en el oeste de China el pasado 27 de diciembre.
La India y China alcanzaron el pasado 19 de diciembre en Pekín un consenso de seis puntos sobre la cuestión fronteriza que afecta a ambos países, que se disputan la hegemonía política de la región indo-pacífica y que mantienen varias disputas territoriales en distintos territorios como el Aksai Chin o varios lugares del estado oriental indio de Arunachal Pradesh que Pekín reclama.
Anteriormente, en octubre el primer ministro Modi y el presidente chino, Xi Jinping, llegaron a un acuerdo para comenzar la desescalada militar en sus zonas fronterizas, un avance significativo en la deteriorada relación entre ambos países tras las escaramuzas de 2020.
Con información de EFE