El auge de la inteligencia artificial está permitiendo un gran avance a nivel tecnológico. Tanto, que los propios expertos no terminan de ponerse de acuerdo acerca de sus límites. Para algunos, será la panacea que cure todos los males de la humanidad (hasta el peor de todos ellos, la muerte), mientras que para otros supondrá una amenaza que, antes o después, habrá que desconectar… si se puede.
Pero de lo que no cabe duda es que, con el crecimiento de la IA, también surgen nuevas cuestiones. Esta vez quizá más adecuada para filósofos que para científicos, teniendo en cuenta que en muchos casos tienen que ver con la propia ética. Prueba de ello es una nueva empresa que, al parecer, pretende “eternizar” a sus clientes. ¿Y cómo? Pues creando una especie de fantasma suyo.
Inteligencia artificial desde el más allá
No es la primera vez que surge esta cuestión, solo que desde prismas diferentes. Hace no mucho, desde China llegaba la noticia de que muchos usuarios estaban utilizando la inteligencia artificial de herramientas como DALL-E para recordar a sus muertos. Algo así como mantener vivos su recuerdo e incluso poder hablar con ellos por medio de textos, vídeos o imágenes.
Incluso también se habló de que la propia Microsoft podría estar trabajando en algo similar: aplicaciones capaces de recuperar la memoria de personas fallecidas y que así sus seres queridos pudieran seguir en contacto, si se quiere llamar así, con ellos. Tanto fue así, que incluso se llegó a acuñar una especie de término para referirse a ello: “nigromancia digital”.
Sin embargo, hay empresas que parecen querer ir más allá, y hacer negocio de esta posibilidad. Algo que no solo abre un complejo debate (que hasta ahora parecía reservado a las películas o las novelas de ciencia ficción): ¿hasta qué punto puede tratarse de un servicio que respete la moralidad? El dolor de la pérdida no deja de resultar una cuestión delicada.
Tal y como afirman desde el medio TechRadar, es lo que sucede con la compañía Life´s Echo. Esta empresa ofrece la posibilidad de crear algo parecido a un fantasma, en forma de ente digital (a falta de un término mejor), que puedes llevar a cabo para que permanezca una vez que tú ya no estás en el mundo. Con tu propia voz, personalidad y hasta recuerdos.
El fantasma creado por la IA
Para crear este avatar post mortem, la empresa Life’s Echo se vale de otra inteligencia artificial bautizada como Sarah. Es precisamente ella quien realiza una charla con el individuo, mediante la cual le formula todo tipo de preguntas, durante aproximadamente unos 45 minutos de tiempo. Es todo lo que necesita para realizar una versión supuestamente fiel del sujeto.
De esta forma, los familiares pueden luego interactuar con el finado, como si de alguna manera no se hubiese marchado. ¿Se trata de un consuelo comprensible para superar un duelo o, por el contrario, es un despropósito, y más valdría dejar a la gente fallecer de una sola vez? Una pregunta que está sobre la mesa, y que, de una forma u otra, tocará afrontar, por compleja que resulte.
Con información de ComputerHoy