Con miles de animales muertos, granjas destruidas y aún bajo las aguas, y todavía sin poder normalizar su producción por los bloqueos en las carreteras, la ganadería del sur de Brasil sigue contabilizando pérdidas por las inundaciones del último mes.
Según el último balance de la Confederación Nacional de Municipios, las pérdidas parciales del sector sumaban hasta este martes 208 millones de reales (unos 41,6 millones de dólares).
El valor es inferior al divulgado hasta ahora por los ganaderos de Rio Grande do Sul, el estado más afectado por las inundaciones y que es un importante productor de pollo, carne porcina y leche.
La asociación de avicultores calcula sus pérdidas en 183 millones de reales (unos 36,6 millones de dólares) y la de ganaderos porcinos, en 45 millones de reales (unos 9 millones de dólares).
Pese a que aún no cuentan con un inventario de las pérdidas, los productores de leche aseguran que descartan casi 500.000 litros de leche por día por no poder transportarla.
Y las pérdidas siguen aumentando para los que no consiguen llevar a las granjas los piensos para los animales o hacer llegar su producción al mercado.
Se trata de una importante pérdida de renta para Rio Grande do Sul, que es el tercer mayor productor de leche de Brasil con 10,5 millones de litros diarios.
El balance más completo de pérdidas lo divulgó el lunes la Organización Avícola de Rio Grande do Sul, que las calcula en 36,6 millones de dólares sin incluir los perjuicios por la paralización en las granjas.
El valor incluye los daños causados en unas 20 grandes granjas avícolas, así como en las fábricas de piensos y en las industrias de procesamiento, y por la muerte de 1,5 millones de aves y la pérdida de 1,1 millones de huevos fértiles.
La Asociación Brasileña de Criadores de Porcinos de Rio Grande do Sul (Acsurs) calculó las pérdidas en 9 millones de dólares, por la muerte de 12.600 animales y la destrucción total o parcial de unos 25.000 metros cuadrados de pocilgas en cerca de 30 grandes granjas.
El presidente de Acsurs, Valdecir Luís Folador, asegura que la cifra no incluye las pérdidas provocadas por el desabastecimiento en las granjas que están sin acceso a piensos.
«Esos animales reciben una ración diaria (de alimento) muy limitada y sufren restricciones que afectarán la producción», dijo Folador.
El Sindicato de la Industria de Cortes y Derivados (Sicadergs), patronal de los productores de carne bovina, hasta ahora carece de datos confiables que le permitan dar un balance de pérdidas.
Pero la actividad de corte es menos relevante, ya que pese a contar con el octavo mayor rebaño bovino de Brasil, con 11,9 millones de cabezas, la mayor parte está en haciendas lecheras.
Rio Grande do Sul exporta su carne de pollo a unos 131 países y es el segundo mayor exportador brasileño de carne porcina, con una producción anual de 1,05 millones de toneladas.
Con información de EFE