La coordinadora del Centro de Innovación y Emprendimiento de IESA, Patricia Monteferrante, mencionó que en Venezuela se ha mantenido la estructura de empresas familiares, pese a los desafíos socioeconómicos y políticos.
«El patrón es consistente independientemente de donde estemos ubicados (…) se les ha permitido que muchas organizaciones familiares puedan ocupar espacios que antes eran retenidos por otras empresas», detalló.
Históricamente las empresas familiares tienen un estilo de patrón en cuanto a su supervivencia, Monteferrante indicó en una entrevista concedida al programa A Tiempo de Unión Radio, que cerca del 70 % desaparece en la transición de la primera a la segunda generación.
«Este 30% restante, apenas el 13 % sobrevive a la tercera generación. Por eso reza ese refrán popular que dice que la primera generación construye, la segunda disfruta y la tercera destruye», apuntó.
Sin embargo, eso podría ser un mito, porque así como es cierto que muchas desaparecen en esas transiciones, hay otras tantas que son longevas, que exhiben seis, siete generaciones a nivel mundial y son un ejemplo de muchos proyectos familiares.
«Una empresa familiar es un emprendimiento, pero no todo emprendimiento es una empresa familiar. El elemento trascendencia, es decir, que sea sostenible a través de las generaciones, no existe y, en ese caso, no podría ser considerado una empresa familiar», explicó.
Respecto de constituir la formalidad de los emprendimientos, consideró que es necesario el apalancamiento que es lo que garantiza la inclusión en el mercado formal.
Con información de Unión Radio