La Fiscalía de la ciudad italiana de Potenza (sur) investiga a decenas de personas que trabajaban en un centro de acogida, entre estas varios médicos y policías, por sedar presuntamente sin necesidad a los inmigrantes que «daban problemas».
«Quienes creaban problemas eran tratados como simios», ilustró hoy el fiscal de Potenza, Francesco Curcio, en una rueda de prensa.
Las autoridades italianas investigan a una treintena de empleados del Centro de Permanencia para la Repatriación del municipio de Palazzo San Gervasio, instalación donde se recluye a los inmigrantes a la espera de que se ejecute su medida de expulsión del país.
Además, el inspector de policía Rosario Olivieri ha sido detenido por estos hechos como medida preventiva.
Las pesquisas han revelado 35 casos de maltrato contra los inmigrantes y descubierto que en varios casos se les suministraba sin que lo necesitaran ‘Rivotril’, fármaco que atenúa la actividad del sistema nervioso con propiedades ansiolíticas y sedativas.
«Durante más de cinco años» se llevó a cabo «una suministración masiva de un fármaco, ‘Rivotril’, popularmente conocido como ‘la droga de los pobres’ sin que lo necesitaran», sostuvo el fiscal.
Con información de EFE