Antes de que un nuevo fármaco llegue a los pacientes que lo necesitan debe ser sometido a numerosas pruebas en laboratorio y en modelos animales y, tras confirmarse su seguridad y potencial eficacia, se incluye en ensayos clínicos con humanos. Los organoides artificiales constituyen una alternativa muy útil para encontrar posibles dianas terapéuticas contra las que dirigir nuevos medicamentos, o algunos que ya están aprobados para tratar otras afecciones, o para desarrollar nuevos fármacos.
Ahora, un equipo de investigadores de Weill Cornell Medicine ha desarrollado un sistema de detección de fármacos que se ha probado con minipáncreas artificiales creados a partir de tejidos cultivados en laboratorios y que ha ayudado a identificar un prometedor objetivo para futuros tratamientos contra el cáncer de páncreas, uno de los tumores más letales porque cuando se diagnostica suele encontrarse en fases avanzadas y que en España provocó la muerte de 7.973 personas en 2022.
Los investigadores probaron más de 6.000 compuestos en sus organoides tumorales de páncreas que incluyen una mutación común que provoca este tipo de cáncer, e identificaron un compuesto –un medicamento que ya se usa para tratar enfermedades del corazón– que se conoce como maleato de perhexilina y que suprime de forma efectiva el crecimiento de los organoides. Los resultados se han publicado en Cell Stem Cell.
Descubrieron, en concreto, que la mutación que provoca el cáncer en los organoides desencadena una producción anormalmente elevada de colesterol, que el fármaco revierte en gran medida. “Nuestros hallazgos identifican la síntesis de colesterol hiperactivo como una vulnerabilidad que puede abordarse en la mayoría de los cánceres de páncreas”, ha declarado el Dr. Todd Evans, vicepresidente de investigación en cirugía, profesor de Cirugía del Dr. Peter I. Pressman y miembro del Instituto Hartman para la Regeneración Terapéutica de Órganos de Weill Cornell Medicine, y coautor principal del estudio.
“Este estudio también destaca el valor del uso de organoides genéticamente bien definidos para modelar el cáncer y descubrir nuevas estrategias de tratamiento”, dijo otro de los coautores principales, el Dr. Shuibing Chen, director del Centro de Salud Genómica, Profesor de Cirugía de la Familia Kilts y miembro del Instituto Hartman para la Regeneración Terapéutica de Órganos de Weill Cornell Medicine.
Descubrir el papel que desempeña el colesterol no fue tan sorprendente, ya que el colesterol es un componente clave en la producción de nuevas células y un promotor de la supervivencia celular; también se sabe que es un importante apoyo para el crecimiento maligno de algunos otros tumores, incluidos los tumores de pulmón. Los resultados del trabajo sugieren que atacarlo puede ser una nueva estrategia de tratamiento eficaz contra el PDAC. “Esperamos que nuestra estrategia dirigida al colesterol sea independiente de mutaciones particulares de KRAS y dificulte que los tumores tratados desarrollen resistencia”, dijo el Dr. Evans.
Es poco probable que el maleato de perhexilina se utilice tal cual para el tratamiento del PDAC porque, aunque todavía se prescribe como medicamento para la angina en Australia y algunos otros países, puede tener efectos secundarios graves, incluidos daño hepático y daño a los nervios periféricos, que fueron los motivos por los que fue retirado de varios mercados europeos en la década de 1980 y nunca fue aprobado en los Estados Unidos.
Con información de Web Consultas