El presidente de Guyana, Irfaan Ali, declaró este domingo que no se involucrará con Venezuela en la disputa territorial de la llamada Guyana Esequiba, un territorio de casi 160.000 kilómetros cuadrados, que está ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ).
El mandatario afirmó en una rueda de prensa que está dispuesto a reunirse y debatir con Nicolás Maduro, desde «la madurez y la responsabilidad» cualquier tema que no tenga que ver con la disputa territorial.
Ali explicó que como «buenos vecinos» que residen «en las mismas regiones» entiende que hay temas importantes que «deben ser abordados juntos, como hacen todos los buenos vecinos».
Sin embargo, confía en «la CIJ como el lugar donde la controversia de Venezuela debe ser resuelta. El asunto está propiamente ante el Tribunal, por lo que no es objeto de negociaciones y discusiones».
«Lo que es necesario en este momento es que hagamos todo lo posible a todos los niveles para garantizar que la soberanía y la integridad territorial de Guyana se mantienen intactas», sentenció Ali.
El presidente guyanés también advirtió a los ciudadanos que no cayeran presos de la desinformación y la histeria, y rogó a los ciudadanos que se limitaran a confiar en los canales oficiales de comunicación.
La Guyana Esequiba, rica en recursos naturales y minerales, ha sido el centro de una pugna entre las partes y se encuentra en un nuevo episodio de tensión, luego que la Corte Internacional de Justicia se declarara competente para decidir al respecto.
En Venezuela Jorge Rodríguez, aseguró este domingo que han superado las expectativas de participación en el simulacro que se celebró de cara a la consulta relacionada con la disputa territorial que el país mantiene con Guyana.
El Parlamento, que propuso el referendo, busca que los venezolanos respondan cinco veces sí para rechazar los alegatos de Georgetown en el pleito y respaldar las acciones del Ejecutivo, entre ellas la creación de una región sobre el área en cuestión para anexionarla al mapa nacional.
Guyana se basa en un laudo arbitral de 1899 que le adjudicó el territorio (entonces bajo el dominio del Reino Unido), una decisión contra la que el país petrolero protestó de inmediato, un reclamo que, tras varias fases, se mantiene.
Con información de El Nacional