El Ejército israelí aseguró este lunes que ha eliminado a más de 500 combatientes del grupo islamista Hamás en la localidad de Rafah, en el sur de la Franja de Gaza, donde a principios de mayo comenzó una operación militar ampliamente criticada por la comunidad internacional.
A raíz de los ataques, dos de los cuatro batallones de Hamás en la localidad han quedado prácticamente desmantelados, mientras que los dos restantes se encuentran «a niveles bajos de operatividad», según las fuerzas armadas.
Durante sus operaciones en el sur del enclave, los soldados destruyeron «decenas de bocas de túneles y dos túneles de más de un kilómetro de largo», además de identificar 230 bocas de túneles y unos 20 kilómetros de pasadizos subterráneos, dijo el Ejército en un comunicado.
Muchas de estas bocas de túneles se encontraban en el llamado Corredor Filadelfia, que recorre la frontera con Egipto, y que fue tomado por las fuerzas israelíes a finales de mayo. Según Israel, Hamás utilizaba estas entradas para transportar armas hacia Gaza.
Según recogen hoy medios israelíes, los militares estiman que en dos semanas tendrán el control de todo Rafah, de donde han huido más de un millón de civiles, la mayoría ya antes desplazados por los combates en otros puntos de la Franja.
La operación militar israelí en el sur del enclave ha supuesto también el cierre del cruce fronterizo hacia Egipto, por donde pasaba gran parte de la ayuda humanitaria.
Este lunes, Hamás denunció que las fuerzas israelíes prendieron fuego al lado palestino del cruce para imposibilitar su uso, lo que según el grupo constituye un «crimen de guerra».
Al menos 37.347 personas han muerto, y se calcula que miles más se encuentran aún enterradas bajo los escombros, en la Franja de Gaza, desde que comenzó la ofensiva israelí contra Hamás tras los ataques del 7 de octubre, según las autoridades sanitarias gazatíes. La mayoría de los fallecidos son mujeres y niños.
Con información de EFE