El Ejército israelí liberó este lunes a Mohamed Abu Salmeya, director del hospital Al Shifa, el más grande de la Franja de Gaza, tras pasar siete meses detenido, según informaron a EFE fuentes palestinas.
Abu Salmeya volvió a Gaza junto a al menos otros 50 detenidos palestinos, cuya liberación se debe a que «las prisiones están llenas», según difundió la radio pública israelí Kan, si bien no se conoce la cifra exacta de detenidos gazatíes en las cárceles de Israel.
En declaraciones a la cadena catarí Al Jazeera tras su liberación, Abu Salmeya denunció que los presos están en «condiciones trágicas», definidas por la falta de comida, de medicamentos, y las torturas llevadas a cabo contra ellos.
«Nos han sometido a torturas severas y la ocupación (israelí) asalta las celdas de los prisioneros y los agrede casi a diario», explicó.
El que fuera director del hospital Al Shifa señaló además que algunos presos han llegado a perder hasta 30 kilos por la falta de comida: «Durante dos meses, ninguno de los prisioneros comió más que una hogaza de pan diaria».
Mohamed Abu Salmeya fue detenido el pasado 23 de noviembre para ser interrogado por las «actividades terroristas» de la organización islamista Hamás en la clínica, tras el hallazgo de uno de sus túneles bajo el centro.
«El director del hospital Al Shifa en la Franja de Gaza fue detenido y transferido para ser interrogado por el servicio de inteligencia interior (Shin Bet) de acuerdo con evidencias que demuestran que el hospital Al Shifa, bajo su dirección, servía como centro de mando y control de Hamás», informó la portavocía hace siete meses.
«El Ministerio de Sanidad palestino destaca la importancia de liberar a los restantes detenidos de los equipos de salud y pide a la comunidad internacional que presione a la ocupación para que ponga fin a sus prácticas brutales contra los prisioneros», recogió el comunicado del ministerio.
Otro de los liberados, Faraj Al Samuni, declaró a la agencia palestina de noticias Wafa que los detenidos sufren condiciones y circunstancias «insoportables», desde torturas hasta la difusión de enfermedades.
Según el abogado Khaled Mahajneh, que visitó a un detenido en la prisión de Sde Teman, en el Néguez (en el sur de Israel), conocida por el duro trato al que son sometidos los prisioneros, los palestinos llegan a permanecer encadenados y con los ojos vendados hasta 24 horas.
El pasado 21 de junio, Hamás llamó a la comunidad internacional a investigar los casos de abusos en centros israelíes, que han denunciado numerosos grupos pro derechos humanos.
Por su parte, el Club de Prisioneros Palestinos denunció el domingo en un comunicado «el sufrimiento de los detenidos heridos en las cárceles», recogiendo que algunos llegaron a ser sometidos a amputaciones y otros tipos de operaciones quirúrgicas sin anestesia.
Con información de EFE