Jesús De Basile: “Quien no acepta que tiene Parkinson nunca va a poder hacer nada”

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Vivir con el diagnóstico de cualquier enfermedad siempre es difícil, pero además saber que no tiene cura, lo es aún más, por eso para Jesús De Basile, paciente con Parkinson, lo más importante es aceptar. “Quien no acepta que tiene Parkinson nunca va a poder hacer nada, tienes que aceptarlo y tienes que pensar que en medio de todo hay personas que te ayudan”, enfatizó.

Hablar con Jesús De Basile te permite abrazar la vida, porque pese a las dificultades motoras que se le han presentado desde aproximadamente los 32 años de edad cuando fue diagnosticado con Parkinson, ha aprendido a vivir, a ajustar su hogar, su vehículo y su entorno en general, a los movimientos que involuntariamente tiene y que logra controlar gracias al tratamiento médico.

El Parkinson es un trastorno cerebral que genera entre otros problemas, temblores o rigidez en los músculos, producto de la falta de dopamina que producen ciertas neuronas. Jesús cuenta que aunque no se conocen las causas que desencadenan el Parkinson, en su caso, puede asegurar que lo produjo el impacto que causó en él, enterarse de la muerte de su madre.

“Fue una emoción muy fuerte enterarme de la muerte de mi madre, inmediatamente después comencé a sentir un temblor en el dedo, después la pierna hasta que fui diagnosticado con Parkinson”, comenta.

Pero además, asegura que en la búsqueda constante de apoyo, guía y acompañamiento logró llegar a la Asociación de Parkinson Aragua (Asoparkina), donde ha conseguido prácticamente una familia que lo arrope en todo este proceso, pues no solo se trata del Parkinson, sino de todo lo que conlleva en la sociedad, vivir con esta condición que a muchos hace aislar, o deprimir.

“Mi día a día es igual que el tuyo, que el de ella, es igualito, yo trabajo, hago mi comida, friego, lavo, tengo ayuda para la limpieza pero tengo mis herramientas, una andadera, un bastón y una silla para apoyarme para caminar”.

Jesús vive en una town house, cuya habitación está en un segundo piso, pero “uno aprende a conocer su cuerpo, hago ejercicios con bicicleta estática, en el piso, creas hábitos que te ayudan”.

Y también hace hincapié en el hecho de que “el venezolano en sí, es colaborador, la gente en la calle se ofrece a ayudar, y no hay que sentirse mal, todos somos iguales, solo que tengo esta condición pero si la aceptas, empiezas a trabajar bien”.

De Basile considera necesario que en Maracay y todo el estado Aragua se ajuste los espacios para las personas con discapacidad, pues eso facilitaría aún más la integración de quienes no se pueden desplazar con total facilidad, siendo fundamental la instalación de rampas, pasamanos, y señalización que les garantice una movilidad más segura, razón por la cual, hizo un llamado a las autoridades locales a abocarse en ese particular.

“Yo bailo, echo un pie, no siempre, pero lo echo, pero hay que aceptarlo y vivir”, puntualizó.