Kobido, el masaje facial japonés para rejuvenecer el rostro

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Foto: Archivo

Las técnicas de masaje japonesas tradicionales son reconocidas por su enfoque holístico, buscando no solo la relajación física, sino también la conexión entre cuerpo y mente. Se dice que los samuráis utilizaban un masaje facial, conocido posteriormente como kobido, para relajarse antes y después de las batallas.

Originalmente visto como un tratamiento terapéutico más que estético, el kobido ha evolucionado y ahora es popular como un «lifting» no quirúrgico. Pero, ¿es realmente así? ¿Puede este masaje rejuvenecer la piel y darle un aspecto más luminoso?

¿Qué es el kobido?

Kobido, que se traduce del japonés como «antiguo camino de belleza,» es una técnica de masaje facial que busca estirar la piel del rostro y mejorar la circulación sanguínea. Al realizar el masaje, se movilizan 16 músculos faciales y del cuello mediante movimientos rítmicos y suaves.

Aunque su origen se encuentra en la medicina tradicional china y el anma (otro tipo de masaje japonés), el kobido tiene una rica historia milenaria propia. Tras los samuráis, fue utilizado por la realeza japonesa, como la emperatriz Niwata Asako, quien ordenó su uso en su familia al conocer sus beneficios.

Hoy en día, celebridades como Angelina Jolie y Jennifer Lopez aseguran utilizar este masaje para fortalecer sus músculos faciales.

Un masaje kobido típico dura entre 50 y 90 minutos y debe ser realizado por un profesional capacitado. Aunque se centra en el rostro, la preparación incluye relajación de espalda, brazos y manos, antes de concentrarse en el masaje facial.

El masaje se realiza de manera ascendente, comenzando en el cuello y terminando en la frente, siguiendo estos pasos:

  1. Movimientos envolventes del cuello a la mandíbula.
  2. Trabajo en la zona superior de la boca, aplicando presión ligera en el tabique nasal y fosas nasales.
  3. Masajes suaves y rítmicos alrededor de los ojos, enfocándose en las «patas de gallo».
  4. Aplicación de presión en el entrecejo.
  5. Finalización con toques enérgicos de las yemas de los dedos en todo el rostro.
  6. El terapeuta cubre los ojos del paciente con las palmas huecas de sus manos.

El tratamiento completo puede requerir entre cinco y diez sesiones. Los expertos sugieren realizar este masaje periódicamente, varias veces al año.

Beneficios del kobido

Aunque no existen estudios científicos específicos que respalden los beneficios del kobido, muchas de sus ventajas están relacionadas con la relajación inducida por los masajes, la liberación del estrés y la tonificación de los músculos faciales.

  • Relajación: Los movimientos del kobido en la parte superior de la espalda y el cuello pueden inducir un estado de relajación, aliviando la tensión muscular y reduciendo la rigidez causada por el estrés.
  • Tonificación muscular: Al actuar como ejercicio para los músculos faciales, el kobido puede tonificar el rostro, reduciendo la apariencia de arrugas y líneas de expresión.
  • Preparación para otros tratamientos: Un masaje previo puede ser beneficioso antes de otros tratamientos dermatológicos, ya que mejora la receptividad de la piel.

Dale una oportunidad al kobido

El kobido tiene pocas contraindicaciones, como evitarlo si hay lesiones faciales, heridas abiertas o infecciones activas. Aparte de estas restricciones, es una opción viable para la mayoría de las personas, independientemente de su tipo de piel.

Este masaje va más allá de los beneficios físicos, ofreciendo una experiencia holística para cuerpo y mente. Si te interesa probarlo, es fundamental buscar terapeutas certificados en tu área.