La actividad pesquera está lastrada por la escasez de combustibles y la falta de financiamiento

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Foto: Archivo

Las cifras del Ejecutivo nacional apuntan a que 2023 cerró con un 12% de incremento en la producción pesquera nacional. El Ministerio de Pesca aseguró, en enero pasado, que la producción pesquera estuvo por el orden de las 244.170,69 toneladas y que las expectativas para 2024 eran de crecimiento.

De hecho, en mayo pasado, el ministro de Pesca y Acuicultura, Juan Carlos Loyo, informó a medios nacionales que, en los primeros cuatro meses de 2024, la captura en general de pesca en el país tuvo un crecimiento del 6%.

En el mismo mes de mayo y durante la jornada “Economía productiva de la Venezuela Azul”, el mandatario Nicolás Maduro dijo que el sistema de distribución de combustible realizaría suministros directamente al sector pesca “y que los pescadores establezcan la contraloría directa para que tengan el control de toda la distribución».

En esa oportunidad también solicitó la elaboración de un plan de microfinanciamiento dirigido a los pescadores de Nueva Esparta, para que «hagan milagros y avancen».

La meta del Ejecutivo nacional no es solo el abastecimiento nacional con productos del mar, sino ampliar las exportaciones no petroleras con este rubro, que para octubre y según anuncios del Ministerio de Pesca y Acuicultura, Venezuela comercializa en un mercado de 38 países.

Sin embargo, los trabajadores del mar se enfrentan a una serie de desafíos. Los estados Sucre, Anzoátegui y Nueva Esparta aportan el 70% del total de la pesca nacional y son entidades en las que los gremios de pescadores consultados por Banca y Negocios han advertido que lidian con severas deficiencias estructurales para salir a faenar e incrementar la producción pesquera.

Nueva Esparta: La agonía de conseguir combustible

Para agosto pasado, en el estado insular solo se había alcanzado el 42% del volumen de pesca logrado en 2023, es decir, habían capturado 22.784 toneladas, incluyendo todas las especies, según cifras del Ministerio de Pesca y Acuicultura.

En 2023 la cifra de captura fue de 53.000 toneladas en distintas especies marinas. Por ende, los trabajadores del mar en esa entidad deberán lograr la pesca de, al menos, 30.000 toneladas en un lapso de cuatro meses.

Pero, el 11 de octubre, voceros de una comunidad pesquera en la península de Macanao reportaron la paralización de unas 500 embarcaciones, incluyendo industriales y artesanales, por falta de combustible.

No solo la producción pesquera entró en riesgo, sino los ingresos de al menos 6.000 pescadores en la entidad, quienes deben consignar al poder Ejecutivo un aporte de 30 kilogramos como pago adicional por cada surtido de combustible

Leonel Rodríguez, vocero del Consejo de Pescadores Artesanales de Las Piedras, dijo a Banca y Negocios que la cantidad de combustible que recibían por parte del Ministerio de Pesca incrementó de 120 litros a un tope de 300 litros cada nueve o 10 días, dependiendo del arte de pesca.

“Igual no alcanza, pero esto es lo que tenemos y tratamos con eso de incrementar la producción, aunque seguimos con limitaciones de gasolina. Lo que nos surten representa un poco menos de dificultad para salir a faena y alejarnos lo suficientemente de la costa donde hay más especies”, explicó.

El vocero de los marinos neoespartanos indicó que, con el suministro actual de combustible podrían incrementar no más de 5% en la producción actual.

“Antes salíamos una vez a la semana a pescar, ahora estamos saliendo dos o tres veces, buscando la forma de que la pesca pueda ser un negocio rentable para nosotros los pescadores”, comentó.

Lo que logran pescar no solo surte al mercado y cubre las necesidades locales de alimentación. Rodríguez indicó que, además de abastecer el mercado interno, se realizan exportaciones hacia Trinidad y Tobago y Martinica

Sucre: sin financiamiento ni recursos para reparar embarcaciones

La industria pesquera de la entidad oriental era una de las más importantes del país. Para 2022 abarcaba por sí sola el 70% de la producción pesquera nacional, según datos gubernamentales.

Se trata de un sector que, según indicaron desde la Cámara de Comercio de esa entidad a Banca y Negocios en marzo pasado, generaba un promedio de 600 millones de dólares y que para este año alcanzó 50 millones de dólares, es decir, solo el 0,83% de lo que antes producía.

En la entidad, los pescadores no solo se enfrentan a la dificultad para acceder a combustible, sino a la falta de créditos para financiar adquisición de equipos o reparación de embarcaciones, lo que dificulta un incremento en la producción.

En la segunda semana de octubre, el ente gubernamental Fondo Pesquero Acuícola de Venezuela (Fonpesca) entregó, a 500 pescadores, una donación de materiales para la reparación de embarcaciones en la Parroquia Ayacucho, en la capital de la entidad.

La institución detalló que la donación incluyó 32 kits de reparación para embarcaciones, 5.000 metros cúbicos de madera de primera calidad y la dotación de herramientas de alta precisión a tres carpinterías.

Aportes que no serían suficientes de acuerdo con Araibel Martínez, vocera del Consejo de Pescadores de San Antonio del Golfo, en el municipio Mejía, ya que la sola reparación de una embarcación requiere una inversión de, al menos, 500 dólares, un presupuesto que en su mayoría iría destinado a la compra de madera.

Obtener créditos o financiamientos a través de entes gubernamentales es una posibilidad que ya les fue negada, según informó Martínez, quien detalló que, en una reunión realizada hace unos meses con el Ministerio de Pesca en la comunidad de El Peñón en Cumaná, les anunciaron que no había disponibilidad de recursos, ni posibilidad de hacer estudios económicos para evaluar las necesidades del sector.

“El Ministro de Pesca nos dijo que, por el bloqueo económico, no hay financiamiento y que es imposible hacer ese estudio para determinar las necesidades de recursos, porque hay muchos pescadores con necesidad de adquirir repuestos. Entonces no se puede hacer ese tipo de financiamiento porque es muy grande el desembolso que se debe hacer”, refirió.

“Nosotros andamos a la buena de Dios”, lamentó Martínez, quien representa a unos 500 pescadores de esa jurisdicción en la que reportan unas 50 embarcaciones paralizadas por falta de motores y repuestos y otra flota que sí está activa, pero con motores andando a media máquina.

Este municipio, en el que prevalece la pesca de especies como anchoa, tahalí y corocoro, la producción se ha visto reducida, tanto por las condiciones naturales de la temporada, como por la cantidad de embarcaciones que requieren reparaciones.

La vocera indicó que, este año, pasaron de una producción de 10 toneladas de tahalí por temporada a cero y una merma en la captura de corocoro que llegó solo a 300 kilogramos. La prioridad es el abastecimiento del mercado local.

Mientras, hacen maromas para afrontar las reparaciones de los botes. “La madera es muy costosa, las reparaciones las hacemos nosotros, inventamos nuestras pegas, nosotros decimos pegas socialistas, las fabricamos con material de los ventiladores, que derretimos con gasolina para poder hacer las pegas para las embarcaciones”, detalló.

La Guaira: organización

Para 2023, la pesca artesanal de la entidad aportó 12.000 toneladas de pescado y unas 2.000 toneladas al arrime nacional para los programas sociales, según cifras gubernamentales.

Mike Palma, director de la Corporación de Pesca y Acuicultura (Copesca) en La Guaira, indicó que en la entidad se ha afianzado una estructuración y organización del sector pesquero, para proveer el mercado local, nacional e importaciones.

En la actualidad esperan el inicio de la zafra en especies como cunaro, tahalí y atún, la cual ha sido afectada por cambios climáticos.

El funcionario indicó que la entidad tiene un registro de unos 4.000 pescadores y una flota promedio de 2.000 embarcaciones. En la actualidad, los trabajadores del mar están agrupados en unos 24 consejos de pescadores, que fueron divididos en tres ejes debido a las deficiencias con el suministro de combustible.

“Debido a las sanciones y el déficit de distribución de combustible que teníamos, no nos permitía abarcar el estado completo y por ello nos organizamos por eje. Así nos quedamos y así seguimos trabajando y creo que fue una mejor organización que tuvimos por parte del estado”, comentó.

En agosto pasado, el poder ejecutivo aprobó proyectos que tenían el objetivo de mejorar la situación de los pescadores locales con una inversión de 200 millones de bolívares para la compra de equipos y la mejora de infraestructuras portuarias.

Con información de Banca y Negocios