En un nuevo espacio para el encuentro y la formación de caraqueños y visitantes se ha convertido la casona de la Hacienda Ibarra, ubicada en las instalaciones de la Universidad Central de Venezuela (UCV), en la parroquia San Pedro de Caracas.
Con la infraestructura, que fue reinaugurada en julio por la Comisión Presidencial para la Recuperación de la UCV, se busca rescatar la identidad venezolana, razón por la que, por primera vez, en su historia está abierta al público como una casa cultural.
Gerardo Córcega, encargado de la Hacienda Ibarra, explicó a Últimas Noticias que la casona funciona de lunes a viernes, desde las 8:30 am hasta las 5:30 pm, y brinda diferentes actividades para el regocijo de todos los que se acerquen al lugar. “Ofrecemos atención al público, a comunidades organizadas, comunidades de estudiantes, de profesores”, indicó.
Visitas guiadas
En el sitio se realizan recorridos guiados para, a través de esa ruta turística y museográfica, mostrar e informar a los visitantes sobre la historia de la hacienda. Córcega comunicó que la actividad dura aproximadamente 40 minutos y se realiza solo los viernes, de 9:00 am a 10:00 am. Igualmente, se puede organizar a petición del público. Es decir, “si algún docente necesita asistir con sus estudiantes en un día y horario distinto al estipulado, puede hacer la solicitud y las autoridades del espacio le coordinan el servicio”, dijo.
No se tiene un límite de aforo para el recorrido. Por tanto, pueden acudir desde grupos mayores de 20 personas hasta de 10 o incluso 3. Lo que sí deben hacer los asistentes es cumplir con el único requisito de pedir cita.
“Tenemos tres canales: uno es llegar hasta la hacienda y acercarse a la oficina donde está la Gerencia de Desarrollo Cultural; el segundo es a través de la cuenta en Instagram @haciendaibarra, y el tercero es por el correo electrónico haciendaibarra@gmail.com. Cualquiera de esos canales sirve para coordinar y programar la fecha del recorrido”, indicó el encargado del lugar.
Con respecto a otras actividades abiertas al público, en la Hacienda Ibarra se ha venido armando una programación alrededor de cinco nichos culturales, basados en artes escénicas y musicales, artes plásticas y exposición, audiovisuales y fotografía, investigación histórica y literaria y, por último, la cultura del café y el cacao.
Café y barismo
Córcega afirmó que están enfocados fundamentalmente en el café porque dentro de las instalaciones se encuentra una cafetería de especialidad, es decir, de alta calidad, de acuerdo a estándares internacionales. En ese contexto, se desarrollan cursos y talleres de barismo, catas y degustaciones.
Las instalaciones Café Melosa están abiertas al público en el mismo horario de la hacienda, la cual para este 2025 prevé incorporar nuevas actividades culturales durante los fines de semana, por lo que la cafetería podría abrir en esos días.
El barista Samuel Benítez expresó a ÚN que, entre los variados productos que ofrece el lugar, está el servicio de café coladito, donde el cliente puede escoger entre once granos nacionales.
“Le hacemos la presentación y ellos pueden elegir el tipo de café que le vamos a servir en la mesa. Eso, básicamente, viéndolo como un guayoyito, pero pudiendo percibir las notas naturales de cada grano”, detalló.
Asimismo, señaló que Café Melosa cuenta con producciones originarias de los estados Mérida, Miranda, Trujillo, Sucre, Yaracuy, La Guaira, Aragua, entre otros espacios del país. Incluso, tienen un proveedor de Colombia.
“Nosotros trabajamos directamente con los caficultores y lo que hacemos es comprar el café en verde y lo tostamos en nuestra sede principal, ubicada en el centro de Caracas”, enfatizó el barista.
Siguiendo el enfoque de trabajar con productos autóctonos, en el sitio también se elaboran postres emblemáticos de Venezuela como las tortas Bejarana y Melosa; esta última proviene de aquella que le preparaba la Negra Matea al Libertador Simón Bolívar.
“Hicimos pequeñas modificaciones para ofrecerla a todo público, ya que la Negra Matea le colocaba vino. Es una torta de pan elaborada con papelón. Le quitamos el vino y le pusimos especias como canela y clavitos de olor”, explicó.
En las instalaciones igualmente preparan dulces tradicionales latinoamericanos como alfajores, tortas tres leches, limón con coco, marquesa de guanábana y muchos más.
En cuanto a las actividades que ofrece la cafetería de especialidad, durante 2024 se realizaron dos cursos de barismo básico, y para este mes se tiene previsto ejecutar otro, con cupos limitados para ocho personas y diferentes costos para estudiantes de la UCV y el público general. Este enero también se hará la tercera inducción, básico-teórica.
Benítez comunicó que, en caso de que la cantidad de interesados supere el límite de aforo establecido, podrían establecer otras fechas para entrenarlos.
Más eventos
Además de las visitas guiadas y de las variadas acciones en el área gastronómica, en la casona de la Hacienda Ibarra hacen otros tipos de eventos, como talleres de fotografía artesanal, de asesoría y orientación de lactancia materna, exposiciones y clases docentes para las diferentes carreras de la UCV.
“Las organizaciones que solicitan el uso de los espacios, algunas hacen las actividades de manera gratuita y otras con un cobro por la entrada o por la instrucción”, explicó Córcega.
Aseguró que el lugar ha tenido buena receptividad de la comunidad universitaria y los visitantes, de los cuales algunos manifestaron a ÚN estar encantados con los espacios. Tal fue el caso de Verónica Trujillo, quien aplaudió que se rescate la historia del lugar.
Con información de ÚN
