Un estudio realizado por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) en España concluye que la contaminación atmosférica es un factor de riesgo de enfermedades respiratorias de vías bajas que comportan más ingresos hospitalarios.
Un equipo del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), centro impulsado por la Fundación “la Caixa”, ha evaluado el efecto de la contaminación atmosférica en los ingresos hospitalarios por infecciones respiratorias de vías bajas en adultos, y ha investigado la existencia de subgrupos especialmente vulnerables.
Los resultados de esta investigación, publicados en la revista Environment International, evidencian que los hombres, las personas mayores de 65 años y las diagnosticadas con hipertensión son los grupos de población más vulnerables.
La contaminación atmosférica es un factor de riesgo conocido de enfermedades respiratorias como el asma y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), pero, sin embargo, está menos documentada su contribución a las infecciones respiratorias de vías bajas, especialmente en adultos.
Las infecciones respiratorias de vías bajas son aquellas que afectan a las vías respiratorias inferiores, incluidos los pulmones, bronquios y alvéolos.
Para abordar esta laguna de conocimiento, la investigación muestra que la exposición a largo plazo a la contaminación atmosférica por partículas en suspensión (PM2.5 y PM10), dióxido de nitrógeno (NO2) y ozono (O3) se asocia con más ingresos hospitalarios por infecciones de las vías respiratorias bajas en adultos.
Un estudio con 3,8 millones de participantes adultos
En el estudio participaron 3.800.000 adultos de la cohorte (grupo de individuos que comparten una característica común) COVAIR-CAT, una gran cohorte de 7,7 millones de personas que utiliza datos del sistema de salud de Cataluña.
El equipo de investigación utilizó modelos de exposición para estimar las concentraciones medias anuales de PM2.5, PM10, NO2 y ozono durante la estación cálida (mayo-septiembre) entre 2018 y 2020 en las residencias de los participantes.
La información sobre ingresos hospitalarios, mortalidad y comorbilidades se obtuvo de varias bases de datos administrativas, y el estudio incluyó los ingresos hospitalarios por todas las infecciones respiratorias de vías bajas, mientras que se valoró por separado el subgrupo de ingresos hospitalarios por gripe y neumonía.
A continuación, se utilizó un modelo estadístico para evaluar la asociación entre la contaminación atmosférica y los ingresos hospitalarios.
Según la investigadora de ISGlobal y primera autora del estudio, Anna Alari, “la asociación entre la contaminación atmosférica y los ingresos hospitalarios por infecciones de las vías respiratorias bajas se observó incluso en niveles de contaminación inferiores a las directrices actuales de calidad del aire de la UE”.
En consecuencia, entiende que “es crucial adoptar estándares de calidad del aire más estrictos, ya que medidas más ambiciosas para reducir la contaminación atmosférica disminuirían las hospitalizaciones y protegerían a las poblaciones vulnerables”.
Mayor asociación en hombres y personas de más de 65 años
La asociación entre la contaminación atmosférica y las hospitalizaciones por infecciones respiratorias de vías bajas es más pronunciada en las personas mayores de 65 años o con comorbilidades, en comparación con las personas más jóvenes o sin comorbilidades.
En concreto, los niveles elevados de contaminación atmosférica se asociaron con tasas aproximadamente tres veces superiores de ingresos hospitalarios por infecciones respiratorias de vías bajas entre las personas mayores de 65 años en comparación con las personas más jóvenes.
Además, la exposición a niveles elevados de NO2, PM2.5 o PM10 (pero no de O3) se asoció con un aumento de aproximadamente un 50 % en los ingresos hospitalarios entre los hombres, mientras que esta asociación fue alrededor de un 3 % mayor en las mujeres.
El equipo observó el mismo patrón en los ingresos hospitalarios por gripe o neumonía, pero con asociaciones menores en comparación con las infecciones respiratorias de vías bajas.
Para otra de las autoras del estudio, la investigadora sénior Cathryn Tonne, esto “se puede deber a la influencia de las vacunas disponibles contra los patógenos responsables de la gripe y la mayoría de los casos de neumonía”.
Vía: EFE