La extracción de plomo durante la época romana expuso a la población a altos niveles de exposición a ese metal y en el caso de la infancia podría haber provocado descensos cognitivos generalizados de entre 2,5 y 3 puntos del cociente intelectual en todo el Imperio Romano.
Un nuevo estudio liderado por el Desert Research Institute (EE.UU.) y que publica PNAS se basó en registros de núcleos de hielo del Ártico y modelos de aerosoles atmosféricos para estimar las concentraciones y el posible impacto sanitario del plomo en el aire europeo durante el apogeo del Imperio Romano, la llamada Pax Romana.
Los registros históricos y arqueológicos indican que las poblaciones europeas de la época romana presentaban altos niveles de exposición al plomo, entre otras cosas por la contaminación atmosférica asociada a la extracción y fundición a gran escala de minerales de plata y plomo.
La exposición al plomo es responsable de una serie de efectos sobre la salud humana e incluso niveles relativamente bajos afectan al desarrollo cognitivo de los niños.
El equipo examinó tres registros de núcleos de hielo para determinar los niveles de contaminación por plomo en el Ártico entre los años 500 a.C. y 600 d.C, un periodo que abarca desde el auge de la República Romana hasta la caída del Imperio Romano, centrándose en los aproximadamente 200 años de apogeo de este último.
Los isótopos de plomo permitieron al equipo identificar las operaciones de minería y fundición en toda Europa como la fuente probable de contaminación durante este periodo.
La modelización informática avanzada del movimiento atmosférico produjo además mapas de los niveles de contaminación atmosférica por plomo en toda Europa.
Según la investigación, durante los casi 200 años de apogeo del Imperio Romano se liberaron a la atmósfera más de 500 kilotoneladas de plomo.
El análisis indica que las emisiones europeas de plomo aumentaron bruscamente en torno al 15 a.C., tras el auge del Imperio Romano, se mantuvieron elevadas hasta el declive de la Pax Romana, que comenzó en torno al 165 d.C., y no se superaron hasta principios del segundo milenio de nuestra era.
Basándose en estudios epidemiológicos modernos, los autores estimaron que la contaminación atmosférica por plomo durante la Pax Romana habría provocado un aumento medio de los niveles de plomo en sangre durante la infancia de unos 2,4 microgramos por decilitro.
Esa exposición al plomo en la infancia habría causado, según los autores, descensos cognitivos generalizados de entre 2,5 y 3 puntos de cociente intelectual en todo el Imperio Romano.
“Se sabe que el plomo tiene una amplia gama de efectos sobre la salud humana, pero decidimos centrarnos en el deterioro cognitivo porque es algo a lo que podemos ponerle una cifra”, dijo Nathan Chellman, coautor del estudio.
Una reducción del cociente intelectual de 2 a 3 puntos “no parece gran cosa, pero si se aplica a toda la población europea, es un gran problema”, agregó Chellman, en un comunicado del Desert Research Institute.
En los adultos, los niveles elevados de exposición al plomo están relacionados con la infertilidad, la anemia, la pérdida de memoria, las enfermedades cardiovasculares, el cáncer y la reducción de la respuesta inmunitaria, entre otros efectos.
En los niños, incluso niveles bajos de exposición se han relacionado con un cociente intelectual reducido, problemas de concentración y menor éxito académico.
“Este es el primer estudio que toma un registro de contaminación de un núcleo de hielo y lo invierte para obtener concentraciones atmosféricas de contaminación y luego evaluar los impactos humanos”, destacó en el comunicado el autor principal del estudio Joe McConnell.
Vía: EFE