El secretario general de la FIBA, el griego Andreas Zagklis, admitió este lunes que el desarrollo de los partidos de baloncesto “se ha ralentizado mucho” desde que se aplica la regla del videoarbitraje, que permite a los entrenadores solicitar la revisión de una jugada, y que han recibido muchas quejas, en particular de los aficionados, por la excesiva duración de los encuentros.
Zagklis apuntó que la FIBA está evaluando la idoneidad de la actual norma de revisión arbitral en pantalla, que entró en vigor el 1 de octubre de 2022, y que serán los técnicos del organismo los que determinen si debe replantearse.
“Mi opinión es que el juego se ha ralentizado mucho. Si no estamos en el borde, estamos muy cerca. Creo que no vamos a ampliar la regla mucho más, pero es la comisión técnica la que lo decidirá”, afirmó el secretario general de la FIBA en una rueda de prensa telemática ante la posibilidad de que se modifique la normativa.
Según Zagklis, el máximo organismo del baloncesto mundial está recibiendo muchos comentarios acerca de que el juego se ha hecho “demasiado lento” y los partidos duran demasiado, por encima de las dos horas.
La FIBA estableció que cada entrenador dispone de una petición de revisión del juego, si bien en algunos países, como en la Liga Endesa en España, se permiten dos solicitudes.
“Tiene que haber un equilibrio entre que el juego justo, que nunca se puede garantizar al cien por cien, y un buen producto para nuestros aficionados, a los que damos mucha importancia”, reflexionó el directivo griego.
Zagklis se pronunció también sobre la posibilidad de que haya una extensión de las competiciones europeas hacia los países del Golfo Pérsico.
A su juicio, antes que expandirse, el objetivo tiene que ser “abrir nuevos mercados dentro de Europa”: “Creo firmemente que el baloncesto en Europa está por debajo de su potencial desde el punto de vista comercial. No critico a nadie. Es un hecho. No hemos alcanzado el tope, aunque la competición está creciendo”.
“Hay mucho que hacer en Europa antes que mirar fuera de ella. Ese tiene que ser el objetivo de la familia europea de la FIBA”, incidió el secretario general ante las perspectivas de crecimiento en países del centro y norte del continente.
Respecto a que la próxima final a cuatro de la Euroliga se celebre en Abu Dabi (Emiratos Árabes Unidos) en mayo de 2025, Zagklis eludió dar una opinión al no ser aún una decisión oficial, al tiempo de que se congratuló de que Zaragoza vaya a ser la sede de la fase final de la competición femenina los próximos tres años.
Confirmó que en mayo o junio de 2025 se decidirán las cuatro sedes del Eurobasket 2029, al que España ha presentado candidatura además de otros siete países -Estonia, Finlandia, Alemania, Grecia, Lituana, Países Bajos y Eslovaquia-.
Zagklis se mostró satisfecho que “haya una buena mezcla” de perfiles distintos entre los aspirantes. “Nos hace sentirnos muy confiados de que será un torneo fantástico”, remarcó el secretario general, quien se ratificó en el éxito de la apuesta de que sean varios países los que acojan el torneo, un formato que se ha aplicado desde el Eurobasket de 2015.
“Cada vez hay más federaciones que piden ser sedes y los gobiernos ven los beneficios de acoger la competición”, apostilló.
Informó de que se ha extendido hasta el final de esta temporada el veto a los equipos rusos y bielorrusos a participar en las competiciones europeas de selecciones y clubes debido a la guerra de Ucrania, si bien confirmó que hay contactos “continuos” con la Federación de Rusia para analizar la evolución de los acontecimientos.
Según Zagklis, es preciso “esperar a la evolución de la geopolítica” antes de plantearse el levantamiento del castigo. “Hay cosas más importantes que el baloncesto que se tienen que tener en cuenta”, remató.
El secretario general de la FIBA anunció que se ha creado un grupo de expertos para analizar “la creciente preocupación” sobre la falta de compensaciones a los clubes europeos por parte de equipos de la Liga Universitaria de Estados Unidos que enrolan a jugadores formados en sus canteras.
Vía: EFE