Defensores de la cultura y el patrimonio en el Litoral Central temen que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, Unesco, saquen a La Guaira de la lista indicativa para ser declarada Patrimonio de la Humanidad.
Desde 1997, La Guaira ha permanecido en ese listado susceptible de tal declaratoria, que en el caso de Venezuela se materializó en 2001 con la Universidad Central de Venezuela, UCV, en Caracas, así como con Coro y La Vela, en el estado Falcón, en 1993.
Sin embargo, las intervenciones de inmuebles no supervisadas por el Instituto de Patrimonio Cultural (IPC), así como el abandono y la falta de resguardo institucional, suponen un riesgo para la materialización de ser declarada Patrimonio de la Humanidad.
Según expertos del área en la región, estos han observado “modificaciones indebidas e inconsultas”, tras sustituir los materiales originales de las construcciones coloniales.
Abilio de Oliveira, antropólogo de la UCV y residente de La Guaira, mostró su preocupación por los movimientos de tierra, en casas del casco colonial, sin que se conozca la permisología del IPC.
Antecedentes preocupantes
Aunque La Guaira no tiene aún la declaratoria de la Unesco, en 2006 dicho organismo retiró como patrimonios a tres lugares en Europa y Medio Oriente, debido a que perdieron el valor universal que poseían: su singularidad frente al “progreso desmemoriado”.
De acuerdo con la evaluación de la Unesco, esos espacios fueron despojados de su autenticidad e integridad, cuando sus autoridades desestimaron las recomendaciones de restauración y protección.
Así, quedaron sin el amparo de la ONU el puerto de Liverpool en Inglaterra, el Valle de Elba, en Dresde, Alemania y el Santuario de Oryx en Omán. En este último lugar, sobrevive un grupo de antílopes, mamíferos ungulados, con apariencia de caballo.
Basado en lo anterior, en 1992, la Unesco advirtió que La Guaira era uno de los lugares históricos en riesgo y que para ser convertido en patrimonio de la humanidad debía ser atendido.
Pese a que entre 1995 y 1998, la Cámara Municipal de Vargas emitió dos acuerdos para salvaguardar el epicentro de la cuna de la libertad americana, la tragedia de las lluvias en 1999, postergó la aspiración de sectores académicos, antropológicos, culturales y sociales.
Igualmente, en la década de los 90, un informe de antropólogos de la UCV, alertó que si se ejecutan cambios en las infraestructuras coloniales sin respetar los protocolos de restauración, cuando el equipo multidisciplinario de la Unesco los evalúe, se podría perjudicar el sueño patrimonial de La Guaira.
Sabiduría popular
La inquietud por el tema no es indiferente para quienes habitan las calles Comercio y Bolívar de La Guaira, en la que resaltan la Casa Guipuzcoana, la Plaza José María Vargas, el museo Boulton y los fortines San Carlos y El Vigía.
Todo lo que hacen es a trastienda, a veces entre gallos y medianoche, y no se nos informa nada a los vecinos. Ni siquiera a los consejos comunales que el chavismo controla”, dijo Francisca Millán, vecina de la calle El León.
A otros residentes de la zona no olvidan que en la remodelación de la Plaza en honor a Francisco de Miranda, cerca de los silos trigueros, trabajadores de la Gobernación de La Guaira y profesionales del Museo Antropológico de Quíbor, estado Lara, ignoraron las recomendaciones arqueológicas de rigor.
Crónica.Uno publicó a fines de 2022, un reportaje en el que se incluye un video de la propia institución larense que delató la remoción de materiales originarios de las bóvedas, a través de las maquinarias. Así lo denunció entonces el presidente del Consejo Superior de Identidad, Patrimonio y Turismo de Vargas, Johnny Martínez.
Las bóvedas, la muralla y el baluarte de la plataforma, fueron sitios de trascendencia durante la colonia, la guerra de la independencia y los inicios de la República, Siglo XIX, los cuales quedaron sepultados entre 1945 y 1954 con la construcción de la avenida Carlos Soublette, que abarca a las parroquias Maiquetía y La Guaira, respectivamente.
Entre febrero y marzo de 2024, Crónica.Uno publicó los movimientos de máquinas en casas históricas, aparentemente abandonadas, y el desplome del techo de una vivienda colonial, ubicada en la calle contigua a la casa Emilio Boggio, actualmente sede del Concejo Municipal de Vargas.
Con estos hechos, es cada vez más difícil que nos vean como una ciudad patrimonio de la humanidad”, afirmó Petra Mayoral, habitante de Muchinga, barrio que se sitúa detrás de la Guipuzcoana.
Con información de Crónica Uno