El romero, una planta ampliamente utilizada en la cocina, ha sido valorada durante siglos por sus propiedades medicinales. Su versatilidad se ha extendido desde la gastronomía hasta la cosmética y el bienestar general. En particular, se ha reconocido su impacto beneficioso en el cerebro, no solo fortaleciendo las capacidades cognitivas, sino también actuando como un agente relajante ante el estrés.
Investigaciones recientes han revelado que el aroma del romero puede mejorar la concentración y el rendimiento intelectual, según lo demostrado en estudios, incluido uno realizado por la Universidad de Harvard. Además, se ha observado que su fragancia puede ayudar a aliviar la ansiedad y reducir los niveles de estrés, como se destaca en un estudio publicado en la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
Los beneficios del romero también se extienden a su consumo como infusión, ofreciendo propiedades antioxidantes que ayudan a contrarrestar el daño causado por los radicales libres y a prevenir el envejecimiento. Además, se ha sugerido que el romero puede mejorar la memoria, la calidad del sueño y potencialmente prevenir trastornos cognitivos asociados con la edad, como la demencia y el Alzheimer, aunque estas investigaciones continúan en curso.
Para preparar una infusión de romero, se necesitan ingredientes simples como romero, ralladura de limón y miel. El proceso implica picar finamente el romero, colocarlo en un colador de té junto con la ralladura de limón, verter agua caliente sobre ellos en una taza y dejar reposar durante unos minutos antes de agregar miel al gusto.
Con información de Alimente
