Desde la antigüedad, el té de anís fue un remedio casero esencial en distintas culturas del mundo. Preparado con las semillas de Pimpinella anisum, esta bebida, además de acompañar rituales de bienestar, fue clave en la medicina popular para tratar diversos malestares. La planta, perteneciente a la familia de las umbelíferas como el hinojo y el perejil, produce pequeñas semillas con un sabor dulce y aromático que se potencian al ser infusionadas.
1. Fuente de nutrientes esenciales
2. Alivio para problemas digestivos
3. Efectos antidepresivos
Investigaciones recientes sugieren que el anís podría desempeñar un papel en la reducción de síntomas de depresión. En un estudio con 120 personas, consumir 200 mg de aceite de anís tres veces al día durante cuatro semanas disminuyó significativamente los síntomas de depresión leve a moderada.
Otros estudios encontraron que el consumo regular de anís puede tener efectos similares a algunos antidepresivos, ofreciendo una alternativa natural y efectiva en el manejo de trastornos del estado de ánimo.
4. Beneficios para la salud femenina
El té de anís es particularmente útil para las mujeres, especialmente durante la menopausia. Los compuestos estrogénicos del anís, como el anetol, imitan los efectos del estrógeno en el cuerpo, ayudando a reducir la frecuencia e intensidad de los sofocos y otros síntomas menopáusicos. En un estudio con 72 mujeres, consumir cápsulas de anís resultó en una reducción del 75% en los sofocos.
Además, esta infusión puede aliviar los cólicos menstruales al relajar los músculos uterinos, proporcionando un alivio natural para una molestia común entre mujeres. También se demostró que el anís puede ayudar a prevenir la pérdida ósea, uno de los problemas más frecuentes en la menopausia.
5. Propiedades antimicrobianas y antifúngicas
El anís contiene compuestos antimicrobianos que ayudan a combatir infecciones bacterianas y fúngicas. Estudios in vitro dieron como resultado que el anetol bloquea el crecimiento de ciertas bacterias responsables de enfermedades, como el cólera.
Además, el aceite esencial de anís demostró eficacia contra hongos que causan enfermedades en la piel, como dermatofitos y levaduras. Estas propiedades hacen que el té de anís sea útil para reforzar el sistema inmunológico y prevenir infecciones frecuentes.
Cómo preparar y consumir té de anís
Preparar el té de anís es sencillo y eficaz para aprovechar sus propiedades:
- Hervir 250 ml de agua.
- Añadir 1-2 cucharaditas de semillas de anís y dejar reposar durante 10 minutos.
- Colar y servir caliente.
Se puede endulzar con miel o añadir limón según el gusto personal. Es seguro consumir de una a tres tazas al día, pero siempre en cantidades moderadas.
Precauciones y contraindicaciones
Aunque el té de anís es generalmente seguro, las personas alérgicas a plantas como el hinojo, el apio o el perejil deben evitarlo. Además, sus propiedades estrogénicas pueden agravar condiciones hormonales como el cáncer de mama o la endometriosis. Por ello, se recomienda consultar con un médico antes de consumirlo regularmente.
Con información de Infobae