La nave espacial Starliner de Boeing, que debía permanecer acoplada a la Estación Espacial Internacional durante aproximadamente una semana, va a pasar algún tiempo más en el espacio, según informó el martes la NASA, mientras los funcionarios solucionan problemas de fugas de helio y estudian por qué fallaron algunos propulsores durante el vuelo de prueba.
Está previsto que la cápsula lleve a dos astronautas de la NASA, Suni Williams y Barry “Butch” Wilmore, de vuelta a la Tierra y aterrice en el desierto de Nuevo México a las 4:51 a.m., hora del Este, el 26 de junio, lo que supondría una misión de 20 días.
La etapa de regreso, con una ardiente caída en picado a través de la atmósfera, es una parte clave del vuelo de prueba que pondrá a prueba el escudo térmico de la nave espacial con temperaturas que alcanzarán los 1.648 grados Celsius.
Las autoridades también examinarán si el sistema de paracaídas, que Boeing tuvo que rediseñar tras un vuelo de prueba anterior sin nadie a bordo, proporciona un aterrizaje seguro en lo que sería el acto final del primer vuelo de Starliner con humanos a bordo.
Tras los retrasos causados por una válvula defectuosa en el cohete y fugas de helio en la nave, Starliner despegó de Cabo Cañaveral, Florida, el 5 de junio y llegó a la estación un día después. Al acercarse a la estación, cinco de sus propulsores, utilizados para realizar pequeños ajustes en su trayectoria, dejaron de funcionar, lo que obligó a Boeing a alejar el vehículo de la estación y solucionar el problema.
Con información de Infobae