Existe un gran número de historias que narran cómo las cuevas son la entrada al corazón del planeta. Una “simple” puerta hacia las entrañas de la Tierra. Sin embargo, cada uno de estos 10 exponentes es un ingreso (si así se quiere) a un mundo diferente, con colores únicos, formaciones impresionantes y hasta particularidades extraordinarias.
Aquí un repaso por cada uno de estos maravillosos destinos y una guía imperdible para disfrutar de su magia.
1. Eslovenia: cuevas de Skocjan
Estas cuevas son el vivo resultado de un fenómeno natural único, obra del río Reka, el cual “nace al pie de Snežnik y discurre por la superficie durante unos 55 kilómetros”, aseguran desde el parque nacional que contiene esta maravillosa formación. Según explicaron, cuando esta corriente “llega al Karst, es decir, a la zona de piedra caliza, ya no profundiza su lecho no sólo mecánicamente (erosionándolo), sino también corrosivamente: disuelve la piedra caliza”.
Lo cierto es que cuando fueron descubiertas, en 1884, los exploradores quedaron impactados por las formaciones que contenía, entre cavidades y pasadizos. Se trata de 11 cámaras interconectadas que “se extienden a lo largo de seis kilómetros, con cascadas subterráneas, formaciones pétreas que parecen de otro mundo y por abajo fluye el río Reka”, indica la reconocida publicación. Al tiempo que detalla que la, durante la visita guiada de 90 minutos, se puede apreciar la “magnitud de la cámara Martelova de 123 metros de ancho por 300 de largo y una altura de 146 metros”.
2. Brasil: Gruta de Lapa Doce
Posicionada como la tercera gruta más grande de Brasil, gracias a sus dimensiones de 17 kilómetros, esta cueva maravilla a quien la visita. Pese a que solo pueden transitarse los primeros 850 metros, esta formación integra “un complejo de cuevas de piedra caliza situada en el corazón de la Chapada Diamantina, en el estado de Bahia”, indicaron.
Se trata de una conformación que forma parte de una “zona donde abundan las cavidades kársticas, y alberga cavidades de hasta 15 metros de altura con estalactitas, columnas y cortinas espectaculares”.
3. Croacia: Gruta azul
En Adriático, más específicamente en la isla de Bisevo, se encuentra esta maravillosa cueva donde el azul embriaga a todos sus visitantes. Con un acceso únicamente mediante pequeños botes desde el mar, los cuales se sumergen en una pequeña cavidad para adentrarse a un ámbito de fantasía.
“Su nombre procede de las aguas de un azul irreal, iridiscentes, glaucas, que adquieren un brillo especial cuando los rayos de sol se reflejan en ellas”, describieron en la publicación.
4. Tailandia: Tham Lot
En el norte de Tailanda, a tan solo 8 kilómetros de Sopong, se despliega una enorme cavidad que asombra a quien la visite. En ella fluye el río Nam Lang, el cual es el responsable de las estalactitas y estalagmitas, además de formaciones de travertino, que se despliegan por todo el lugar.
Dentro de esta cueva, además de que maravillosas formaciones, habita una numerosísima colonia de murciélagos vencejos. La mejor forma de conocerla: surcando la cueva a bordo de una barca de bambú, un requisito para observar los curiosos peces, adaptados a la oscuridad, que habitan en el río.
5. China: Cueva de la Flauta de Caña
En tierras chinas, a tan solo cinco kilómetros de la ciudad de Guilin, hay un tesoro natural: la Cueva de la Flauta de Caña. Este mágico rincón, enmarcado por montañas características de piedra caliza, atrae por sus estalactitas y estalagmitas, iluminadas para revelar formas pétreas únicas.
En sus paredes, inscripciones ancestrales de la dinastía Tang añaden un toque histórico.
6. Rumania: Cueva – glaciar de Scarisoara
En Transilvania se revela la majestuosidad de la Cueva-glaciar de Scarisoara. Ubicada en los montes Apuseni, esta maravilla subterránea se extiende por 730 metros, alcanzando profundidades de 105 metros.
Descubierta en 1863 por el geógrafo austríaco Adolt Schmididi, sus cámaras, como el Gran Salón y la Iglesia, exhiben más de 100 estalagmitas de hielo que cuentan una historia de 3500 años.
7. Vietnam: Hang Sung Sot
En las aguas de la bahía de Halong, Vietnam, se esconde la intrigante Hang Sung Sot o “Cueva de las Sorpresas”. Un crucero por estas aguas revela no solo la belleza de esta cueva, descubierta en 1901, sino también otras como la Dau Go Grotto y la Thien Cung Grotto.
Sus salas elevadas sobre el mar se imponen con impresionantes formaciones, invitando a explorar cada rincón.
8. Hawái: Catedrales de Lanai
Las aguas hawaianas de Lanai albergan las imponentes Catedrales de Lanai, dos vastas cavidades conectadas por un tubo de lava de 30 metros.
Este escenario submarino, un paraíso para los amantes del mar, ofrece un espectáculo diverso con tortugas y pulpos. Cuando los rayos de sol acarician estas regiones, la visión es simplemente formidable.
9. Nueva Zelanda: Waitomo
En Nueva Zelanda, el laberinto de Waitomo se presenta como un paraíso mágico e imperdible. Estas regiones, habitadas por los Arachnocampa luminosa, emiten una luz similar a la de las luciérnagas, convirtiendo el techo en un cielo estrellado.
Ya sea a pie, en bote, rappel o tirolesa, esta cueva ofrece una experiencia distintiva, imposible de admirar en cualquier lugar.
10. Chile: Cavernas de Mármol
En la Patagonia chilena, las Cavernas de Mármol llaman a vivir un sueño pintado en el Santuario de la Naturaleza Capillas de Mármol.
Las tres principales formaciones, La Capilla, La Catedral y Las Cuevas, se exploran en pequeñas embarcaciones desde el lago General Carrera, sumergiéndose en un universo de pinceladas blancas y azules.
Con información de Infobae