¿Las personas con mala caligrafía son más inteligentes?

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Foto: Archivo

Los cuadernos llenos de letras torcidas, difíciles de leer, han sido desde siempre motivo de críticas en las aulas. Sin embargo, un estudio de la Universidad de Yale ha generado controversia al sugerir que la caligrafía descuidada podría ser un signo de inteligencia superior. Según la investigación, publicada en The American Journal of Psychology, los estudiantes con alto rendimiento académico, desde la educación primaria hasta la universidad, suelen escribir con una letra poco estética, aunque con una ortografía impecable.

El estudio de Yale explica que la escritura a mano es una manifestación de los procesos físicos y psicológicos de una persona, lo que permite analizar cómo interactúan la mente y el cuerpo. El profesor Arnold L. Gesell, miembro del equipo de investigación, afirmó según ABC que “los niños con mala letra mostraban altas habilidades mentales y agilidad mental sobre el promedio; para ellos, era más importante la información que obtenían que esforzarse por una buena letra”.

La hipótesis se basa en que el cerebro de estas personas procesa la información a una velocidad superior a la de sus manos, por lo que priorizan el contenido sobre la estética de su escritura.

Por su parte, el investigador Howard Gardner, de la Universidad de Harvard, argumentó según El Tiempo que “es posible que una persona tenga un CI más alto con una mente creativa (rápida) si su caligrafía es mala, porque psicológicamente debe existir un desajuste entre el funcionamiento de su cerebro y los músculos de la mano para escribir rápido con buena caligrafía”.

La escritura a mano y el aprendizaje

Más allá de la relación con la inteligencia, diversos estudios han demostrado que escribir a mano tiene beneficios cognitivos que las herramientas digitales no pueden igualar. La profesora Naomi Susan Baron, de la American University de Washington D.C., explicó a National Geographic que “las personas recuerdan mejor las cosas que han escrito manualmente que las que escriben en un ordenador”.

En la misma línea, la investigadora Mellissa Prunty, de la Universidad de Brunel de Londres, destacó que “sostener un bolígrafo con los dedos, presionarlo sobre una superficie y mover las manos para crear letras y palabras es una habilidad cognitivo-motora compleja que requiere gran parte de nuestra atención”. Este esfuerzo adicional, según los estudios, contribuye a mejorar la memoria y la concentración.

El impacto de la tecnología en la escritura manual

A medida que los teclados y pantallas táctiles reemplazan al papel y al lápiz, la escritura manual ha ido perdiendo protagonismo. Muchas escuelas ya han eliminado la enseñanza de la escritura cursiva, mientras que la mayoría de los documentos y comunicaciones se realizan en formato digital.

Sin embargo, varias investigaciones advierten sobre los efectos negativos de esta tendencia. Un estudio reciente de la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología encontró que la actividad cerebral es mucho mayor cuando las personas escriben a mano en comparación con cuando teclean. La neuropsicóloga Audrey van der Meer, autora del estudio, afirmó que “cuando se escribe a mano se utiliza la mayor parte del cerebro para hacer el trabajo”, mientras que en la mecanografía solo se activan zonas reducidas.

Si bien el estudio de Yale ha generado interés sobre la relación entre la caligrafía y la inteligencia, el debate sigue abierto. Mientras que algunos expertos sostienen que la escritura desordenada es signo de agilidad mental, otros afirman que no se puede generalizar y que la inteligencia debe medirse con otros parámetros. Lo que sí parece claro es que la escritura a mano sigue teniendo un valor importante en el aprendizaje y el desarrollo cognitivo, a pesar del avance de la tecnología.

Con información de Infobae