La senadora nigeriana Natasha Akpoti-Uduaghan fue suspendida de su puesto durante seis meses después de presentar una queja por acoso sexual contra el presidente de la Cámara alta de la Asamblea Nacional (Parlamento), Godswill Akpabio, una medida que ha generado reacciones opuestas.
“Contra la cultura del silencio, la intimidación y la humillación de las víctimas, mi injusta suspensión del Senado nigeriano vulnera los principios de justicia natural, imparcialidad y equidad”, dijo Uduaghan en un mensaje anoche en la red social Facebook.
“Esta suspensión ilegal no revoca mi legitimidad como senadora de la República Federal de Nigeria y seguiré utilizando mi cargo legítimamente elegido para servir a mi electorado y a mi país lo mejor que pueda hasta 2027 y más allá” , añadió la legisladora.
Los miembros del Senado votaron a favor de suspender a Uduaghan el jueves después de que el Comité de Ética, Privilegios y Peticiones Públicas recomendara esa sanción, que supone la retirada de su sueldo y de su equipo de seguridad, así como la prohibición de acceder las instalaciones del Parlamento.
La cámara también descartó revisar la suspensión antes de que finalicen los seis meses si la senadora no presenta una disculpa formal.
La sanción fue propuesta por el citado comité al considerar que Uduaghan había dañado la imagen de la cámara después de levantar la voz y protestar en una sesión plenaria el pasado 20 de febrero, cuando encontró la placa con su nombre retirada y su asiento habitual reasignado a otra persona, una situación que la senadora atribuyó a su rechazo de las insinuaciones de Akpabio.
Este miércoles, la afectada presentó una queja formal ante el Senado contra el político pero el comité la rechazó alegando infracciones de procedimiento, al haber sido presentada por ella misma en vez de por otro legislador.
Uduaghan ha denunciado también los hechos ante la Justicia nigeriana.
Varias voces manifestaron su apoyo a Uduaghan, como la exministra de Educación y de Minerales Sólidos Oby Ezekwesili, que exigió a través de la red social X la puesta en marcha de una investigación y describió la suspensión como un “vil abuso de poder” y una “profanación” de la institución.
También mostró su apoyo Chioma Agwuegbo, directora ejecutiva de la ONG de defensa de los derechos de las mujeres TechHerNG, al señalar que “el comité de Ética al que se remitió su petición ha demostrado que no es apto para su propósito”.
A pesar de las críticas y la indignación expresadas por muchas mujeres, también hubo reacciones contrarias, como la del senador Opeyemi Bamidele, líder de la mayoría en la cámara, que afirmó durante el plenario en que se valoró la sanción que Uduaghan debería usar su suspensión “para aprender las normas del Senado”.
Tampoco se mostró a favor de la afectada la primera dama del país y exsenadora Oluremi Tinubu, quien afirmó en declaraciones a la prensa que era necesario respetar la dignidad de la cámara y situó la responsabilidad sobre Uduaghan, al hacer un llamamiento a las mujeres: “No os pongáis en una situación en la que los hombres os hablen de cualquier manera”.
Con información de EFE
