La obesidad está asociada al desarrollo de otras muchas patologías, pero cuando el sobrepeso empieza en los primeros años de la vida y no se trata adecuadamente las consecuencias para la salud pueden ser especialmente negativas a largo plazo. Ahora, un nuevo estudio liderado por investigadores de la Universidad Hebrea de Jerusalén (HU) y el Centro Médico Sheba Tel HaShomer ha encontrado que la obesidad en la adolescencia aumenta significativamente el riesgo de desarrollar enfermedad renal crónica (ERC) temprana en la edad adulta joven.
Los resultados de la investigación se han publicado en JAMA Pediatrics y ponen de manifiesto la importancia de disminuir las tasas de obesidad en los adolescentes para ayudar a reducir el riesgo de enfermedad renal en los adolescentes con un índice de masa corporal (IMC) elevado, ya que, aunque los pacientes con obesidad grave parecen tener mayor riesgo, los investigadores también encontraron motivos de preocupación para las personas aparentemente sanas con un IMC normal alto menor de 30.
Los investigadores han explicado que a pesar de que se ha producido un aumento de las tasas de obesidad en los adolescentes, faltaban datos que indicaran un vínculo con la aparición de la enfermedad renal crónica temprana. “Estos hallazgos son un presagio de una probabilidad cada vez mayor y potencialmente prevenible de desarrollar enfermedad renal crónica y posterior enfermedad cardiovascular”, han señalado.
Reducir las tasas de sobrepeso para prevenir la enfermedad renal
En el estudio, realizado por investigadores de las principales instituciones de salud de Israel y Estados Unidos, incluidas Johns Hopkins y la Universidad de Harvard, se analizaron los datos de 593.660 adolescentes israelíes de entre 16 y 20 años, nacidos después del 1 de enero de 1975, que se sometieron a evaluaciones médicas para el servicio militar obligatorio. Con un seguimiento medio de 13,4 años, 1.963 adolescentes (0,3%) en total desarrollaron enfermedad renal crónica temprana:
- Para los hombres, el riesgo de desarrollar ERC aumentó más con la obesidad grave (índice de riesgo 9,4). También se detectó en obesidad leve (6,7) y en aquellos que tenían sobrepeso (4,0) o tenían un IMC normal alto en la adolescencia (1,8).
- Entre las mujeres, el mayor riesgo fue mayor con la obesidad grave (índice de riesgo 4,3). También se relacionó con aquellas que tenían obesidad leve (2,7), sobrepeso (2,3) o tenían un IMC normal alto (1,4).
Los hallazgos de este estudio de cohorte subrayan la importancia de disminuir las tasas de obesidad en los adolescentes y controlar los factores de riesgo asociados con el desarrollo de enfermedad renal crónica.
Con información de 800 Noticias