Los disquetes se resisten a morir

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Foto: Archivo

Los disquetes, nacidos de la mano de IBM como una solución compacta y ligera para almacenar datos, han tenido un viaje fascinante. El proyecto Minnow en 1971 dio lugar al primer disquete de 8 pulgadas comercialmente viable. Aunque el almacenamiento era de apenas 79 KB, marcó el inicio de una revolución.

Con la popularidad creciente de los ordenadores en la década de 1970, el disquete comenzó a venderse a gran escala. El almacenamiento aumentó a 110 KB y luego a 360 KB, que se consideró su tamaño predeterminado. En 1984, los discos de 1,2 megabytes (MB) llegaron junto con el ordenador IBM/AT.

Las posibilidades de los disquetes atrajeron a las empresas. La venta de software nació gracias a estas unidades de almacenamiento: las compañías podían vender sus productos por correo o entre minoristas. Los usuarios también podían crear y vender programas, lo que indirectamente propició el nacimiento del software libre.

Sony cambió la industria con la llegada del disquete de 3,5 pulgadas en 1981. Esta unidad tenía mayor capacidad de almacenamiento en un espacio más pequeño y era mucho más estable que sus predecesores. La versión de 1,44 MB terminó siendo la más popular y su uso se extendió hasta bien entrada la década de 1990. Sin embargo, los nuevos formatos como las unidades flash USB y las tarjetas de memoria acabaron con el reinado del disquete.

A pesar de ser considerados cosa del pasado en los años 2000, los disquetes se siguen utilizando en 2024. Algunas empresas, como los modelos más antiguos de Boeing 747, usan disquetes para cargar su software y realizar actualizaciones en las bases de datos de navegación. El Sistema Automático de Control de Trenes de San Francisco (Estados Unidos) no funcionaría sin estas unidades de almacenamiento.

Japón ha sido uno de los primeros países en intentar poner fin a estas unidades de almacenamiento. El ministerio de Asuntos Digitales ha prohibido el uso de los disquetes para realizar ciertas gestiones en la administración pública. Sin embargo, la industria de la informática pretende mantener el legado de estas unidades y es común ver el icono en escritorios y programas como Word para guardar archivos.

A pesar de su obsolescencia, los disquetes siguen siendo una parte integral de varios sectores, desde la medicina hasta la música. Mientras el mundo avanza hacia nuevas tecnologías, el legado de los disquetes sigue vivo.

Con información de ComputerHoy