Tener el Wi-Fi activado en nuestro celular cuando salimos de casa puede parecer algo totalmente inofensivo, sin embargo, esta simple acción pone en riesgo nuestra seguridad digital y personal. Aunque la gran mayoría lo mantiene “encendido” para conectarse a redes públicas, pocos saben que esta práctica le abre la puerta a una serie de amenazas cibernéticas que pueden afectar la integridad física del usuario.
Consecuencias de mantener el Wi-Fi activado
Al estar habilitado, el dispositivo busca constantemente redes a las cuales conectarse. Este proceso, automático, hace que el teléfono interactúe con redes cercanas, incluso las que no son seguras. Ante esto, los cibercriminales se aprovechan de esta característica para ejecutar ataques de manera “inocente”. Creando redes fraudulentas que imitan a las legítimas.
Una vez conectado, el atacante puede interceptar la información desde el dispositivo. Esto incluye contraseñas, correos electrónicos, conversaciones privadas y hasta tu ubicación en tiempo real. Los ataques de este tipo, denominados “man-in-the-middle”, permiten a los ciberdelincuentes actuar de forma sigilosa y es una práctica cada vez más frecuente.
Posibles amenazas
Conectarse a redes Wi-Fi no seguras implica riesgos digitales y físicos. Herramientas como los Wi-Fi sniffers permiten a atacantes rastrear dispositivos y seguir movimientos personales, comprometiendo la seguridad, especialmente en lugares concurridos donde la privacidad es limitada. En espacios públicos con Wi-Fi gratuito como cafés o estaciones, los hackers pueden interceptar comunicaciones y robar información sensible, como contraseñas bancarias o credenciales, facilitando fraudes o suplantación de identidad.
Mantener el Wi-Fi encendido fuera de casa, aunque conveniente, puede exponer al usuario a múltiples peligros para su información y seguridad personal. Es fundamental tomar precauciones al conectarse en lugares con Wi-Fi gratuito para proteger la seguridad propia.
Rastreo a través del Wi-Fi
Un aspecto menos conocido pero igualmente peligroso es la capacidad de los atacantes de rastrear la ubicación física mediante la conexión Wi-Fi de tu celular. Existen dispositivos conocidos como Wi-Fi sniffers que permiten identificar la presencia de cualquier dispositivo que esté buscando redes Wi-Fi. Estos sniffers pueden detectar la señal de tu celular, obtener su dirección MAC (un identificador único) y rastrear tus movimientos.
Esta tecnología se utiliza para trazar rutas de las personas y obtener datos sobre sus comportamientos y ubicaciones. En las grandes ciudades, el riesgo es particularmente alto, ya que los ciberdelincuentes pueden seguir a una persona sin que esta lo note. Este tipo de rastreo no solo pone en peligro la privacidad, sino que también aumenta la posibilidad de sufrir robo de identidad o secuestros si los atacantes logran ubicarte físicamente en el momento adecuado.
La mejor medida para evitar el rastreo es apagar el Wi-Fi cuando no estés en un entorno confiable y, si es necesario, usar servicios como una VPN (Red Privada Virtual) para asegurar tu ubicación digital.
Riesgos para cuentas bancarias y redes sociales
Redes Wi-Fi públicas, como las de aeropuertos o cafés, exponen a riesgos como el robo de credenciales bancarias o acceso a tus redes sociales. Los hackers pueden interceptar datos, como contraseñas o números de tarjeta, mediante ataques de sniffing, que pasan desapercibidos.
El peligro aumenta si se tiene el inicio de sesión automático activado, permitiendo acceso inmediato a cuentas bancarias y personales. Esto podría derivar en fraudes financieros o suplantación de identidad. Para prevenir, es necesario evitar realizar transacciones bancarias en redes públicas y utilizar una VPN para encriptar la conexión y proteger tu información.
Consejos para proteger el celular
Para evitar los riesgos asociados al uso del Wi-Fi fuera de casa, es fundamental seguir ciertas recomendaciones de seguridad:
- Desactivar el Wi-Fi al salir de casa: es la medida más sencilla y efectiva para evitar la conexión a redes no seguras. Si el Wi-Fi está apagado, no hay forma de que tu dispositivo se conecte automáticamente a redes falsas.
- Usar el plan de datos móviles: las conexiones de datos móviles son más seguras que las redes Wi-Fi públicas. A pesar de que pueden consumir más batería, brindan una capa adicional de seguridad al no estar expuestas a los mismos riesgos que las redes abiertas.
- Activar una VPN: si es indispensable utilizar una red Wi-Fi pública, es fundamental asegurarse de usar una VPN (Red Privada Virtual). Esta herramienta encripta la conexión y garantiza que los datos que envíes o recibas no puedan ser interceptados fácilmente.
- Revisar los permisos de las aplicaciones: algunas aplicaciones tienen acceso a redes cercanas sin necesidad de tu consentimiento explícito. Revisar los permisos de las aplicaciones en tu celular y desactivar aquellas que no necesitan acceder a tu conexión Wi-Fi.
- Instalar un antivirus confiable y mantener el sistema operativo actualizado: un antivirus puede detectar y prevenir amenazas cibernéticas, mientras que las actualizaciones del sistema operativo suelen incluir parches de seguridad importantes que protegen tu dispositivo.
Al seguir estos consejos, es posible reducir significativamente el riesgo de ser víctima de ciberataques mientras utilizás tu teléfono móvil fuera de casa.
Con información de Infobae