El excanciller colombiano Luis Gilberto Murilloha confirmó sus aspiraciones presidenciales en las elecciones del 2026.
“No soy el candidato de ningún político, pero soy consciente de que nuestro país necesita y merece un candidato de la gente, un candidato diferente”, que sepa lo que es haber vivido sin oportunidades, afirma el político y diplomático, quien renunció como ministro de Exteriores a finales de enero.
Lo hace en un video publicado este jueves en sus redes sociales en el que parece tomar distancia del presidente Gustavo Petro, quien lo designó en el Gabinete y a quien no menciona por nombre propio. Con fama de conciliador, el exgobernador de Chocó se postula como un antídoto a la polarización en esa temprana carta de intenciones.
“No creo en los muros, en grietas. Creo en los puentes. No creo en los caudillos, creo en los pueblos”, dice el también exministro de Ambiente, que se marca un camino “independiente”.
Asegura que a pesar de haber servido en distintos gobiernos no tiene “etiquetas ni herencias”, sin entrar en detalles sobre potenciales alianzas políticas. Reivindica, sin embargo, su paso por la Cancillería, que califica como el “mayor honor” de su vida, después de haber sido embajador en Washington en la primera mitad del actual Gobierno.
“Cada gesto diplomático, cada negociación, cada alianza, cada apoyo a las inversiones y apertura del comercio tuvo un propósito clave: brindar oportunidades reales para nuestra gente, especialmente a los territorios y regiones olvidadas de Colombia”, asegura.
Murillo, uno de los afrodescendientes de más alto vuelo en la política colombiana, es originario de Andagoya, un pequeño pueblo minero. La extraordinaria biografía del ahora candidato lo ha llevado a vivir por largos periodos en Rusia, donde estudió, becado, ingeniería de minas en tiempos de la disuelta Unión Soviética.
Tras la caída del muro de Berlín, regresó a Colombia para participar en el movimiento estudiantil que llevó a la Constitución de 1991, fue cabeza de la corporación ambiental de su departamento y luego gobernador a finales de los años 90. Después de ser víctima de un secuestro debió buscar refugio en Estados Unidos. Allí vivió la primera década de este siglo, obtuvo la nacionalidad y tejió relaciones con la bancada demócrata en el Capitolio.
Más adelante, volvió a ganar la Gobernación, dirigió programas para el desarrollo del Pacífico y de la población afro del Gobierno de Juan Manuel Santos (2010-2018), y fue su ministro de Ambiente los dos últimos años.
Con información de La Patilla