El presidente ruso, Vladimir Putin, y su homólogo de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko, mantuvieron un encuentro este jueves en el Kremlin en el que debatieron sobre el avance de la guerra en Ucrania y la cooperación bilateral entre las naciones, cuya alianza se estrechó en febrero de 2022.
En lo que va del año, Lukashenko lleva realizados ya tres viajes al país vecino, siendo este el primero desde las elecciones presidenciales en las que Putin se adjudicó su quinto mandato.
Antes de ingresar al encuentro, en Moscú, el mandatario lanzó una advertencia contra Occidente, tras los rumores por el posible “envío de tropas a Ucrania, a su frontera con Bielorrusia”. “Bueno, que lo hagan, estamos esperando”, contestó con firmeza a la OTAN mientras sumó que “no nos gustaría que Occidente continuara la escalada en Ucrania con el suministro de armas y munición”.
No obstante, el bloque ha desestimando en reiteradas oportunidades esta versión, asegurando que los aliados se centran en “prestar un apoyo militar sin precedentes a Ucrania” y reiterando que “no hay planes para tropas de combate de la OTAN” en ninguno de estos países aunque sí se mantienen preparadas para afrontar cualquier desafío en caso de una ofensa externa.
Al término de este encuentro, en el que también dialogaron sobre asuntos económicos, los mandatarios compartieron una cena y, este viernes, asistirán a unos actos con ocasión del Día de la Cosmonáutica.
El vínculo entre Putin y Lukashenko se vio fortalecido tras el inicio de la guerra sobre Ucrania, que dejó a Moscú aislado de la comunidad internacional y obligado a acercarse a sus históricos aliados. Así, el mandatario en el poder desde 2000 intensificó su diálogo con su homólogo, en el cargo desde 1994.
Una de las muestras más claras de este acercamiento fue el envío de armas nucleares tácticas a Minsk el pasado junio para utilizarlas en caso de ataque al país.
“Todo está listo” para el despliegue de las armas rusas y “sólo nos tomará pocos días recibir lo que hemos pedido e, incluso, un poco más”, aseguró entonces Lukashenko y sostuvo que “Dios no quiera que tenga que tomar una decisión de utilizarlas hoy pero no habrá reparos si enfrentamos una agresión”.
Con información de Infobae