La manteca de illipe, aunque menos popular que la de cacao o karité, ofrece propiedades renovadoras para la piel que la hacen muy valiosa en productos cosméticos. Esta grasa vegetal, abundante en ácidos esteárico, oleico y linoleico, destaca por sus propiedades emolientes y nutritivas. Es comúnmente utilizada en protectores solares y como humectante de larga duración, especialmente recomendada para pieles maduras y cabellos maltratados. ¿Te animas a incorporarla en tu rutina de belleza?
La manteca de illipe proviene de las semillas del árbol Shorea stenoptera, nativo de la isla de Borneo en el Sudeste Asiático. Este árbol, descrito como de copa densa y ramas colgantes, produce frutos conocidos como «sebo de Borneo» o «tangkawang». Las semillas, una vez caídas de las ramas, se lavan en arroyos y se secan al sol para luego ser trituradas y prensadas, obteniendo así una pasta que se refina para eliminar impurezas y ajustar su color y olor.
La manteca de illipe es conocida por su capacidad para actuar como emoliente, suavizante y acondicionador. Además de nutrir la piel, mejora su elasticidad y flexibilidad, proporcionando una hidratación profunda que restaura pieles secas y cabellos opacos. Protege el cabello del daño estático y de los agentes externos, favoreciendo las ondas naturales y la maleabilidad.
Este producto vegetal tiene múltiples usos. Aparte de su aplicación en protectores solares y humectantes de larga duración, también se utiliza en la fabricación de chocolate, en productos medicinales y en cosméticos. En bálsamos labiales, la manteca de illipe actúa como un excelente humectante, ayudando a sanar úlceras y llagas en la boca, y se encuentra en la composición de lápices labiales y brillos labiales tanto con como sin color.
En la fabricación de jabones, se usa en concentraciones de entre el 4 % y el 8 %, especialmente recomendada para pieles secas, aunque siempre es aconsejable consultar con un dermatólogo en caso de tener algún tipo de afección cutánea.
Para lociones y cremas, el illipe se utiliza en concentraciones del 3 % al 5 %, mejorando notablemente la restauración y la elasticidad de la piel al reforzar la barrera lipídica y bloquear la humedad.
La manteca de illipe, a pesar de no ser tan conocida como otras grasas vegetales, ofrece cualidades únicas que la hacen indispensable para el cuidado de la piel y del cabello. No pierdas la oportunidad de descubrir sus beneficios y añadirla a tu rutina de cuidado personal.
Con información de Mejor con Salud