El nado sincronizado no fue la primera experiencia deportiva de María Fernanda Romero. Según confiesa ella misma, cuando practicaba natación en las piscinas del Polideportivo Las Delicias en Maracay, le llamó mucho la atención el trabajo que realizaban las chicas del nado sincronizado o natación artística, como se llama actualmente, que hacían vida en el lugar.
Ella comenzó a practicar este deporte a la edad de 11 años, luego de haber participado en una prueba selectiva, que le permitió ser parte del equipo de entrenamiento. Ese cambio se convirtió en su nueva pasión y le abrió la puerta a la selección de nado sincronizado del estado Aragua y a formar parte de las filas de la selección nacional en 2011, 2012, 2015, 2017 y 2018, donde se convirtió en multimedallista Suramericana, Centroamericana y Bolivariana.
Relató que, cuando comenzó a practicar con la profesora Yadixa Soria, el deporte le pareció fascinante. Luego ascendió a categoría juvenil y recibía instrucciones de la profesora Yuruanny Soria. Allí descubrió que la disciplina no solo se trata de nadar, puesto que combinaba la danza, el baile, la natación, la gimnasia y otros en un mismo deporte.
Desde siempre, mostró inclinación para la enseñanza y sus entrenadoras la alentaban para que desarrollara esta habilidad, tanto así que años más tarde logró convertirse en instructora de este deporte.
En 2020 antes de la pandemia, dio sus primeros pasos en el mundo de los entrenadores, pero no fue hasta 2022 cuando asumió el rol como tal con el Club Élite y logró cosechar importantes resultados con niñas y jóvenes novatas.
Luego, en 2023 inició su carrera como entrenadora internacional en el club Seattle Synchro Team, donde ocupa el cargo de entrenadora asistente y entrenadora a cargo del equipo 12 años y menos, en el que atiende a un total de 54 atletas.
Su objetivo como entrenadora es enseñar a los niños y jóvenes a disfrutar del deporte, a ser disciplinados y sobre todo a aprovechar todas las oportunidades que puede traer la práctica de una disciplina deportiva en la vida de una persona, ya sea que lo hagas de manera profesional o como un hobby, porque los valores inculcados como la disciplina, la responsabilidad, el trabajo en equipo, el autocuidado, por mencionar solo algunos, son fundamentales para forjar el carácter de los ciudadanos que necesita una nación.
“Mafer”, como muchos la llaman de cariño, disfruta su trabajo y la llena de orgullo. Afirma que es una inspiración. Es por ello que la venezolana aspira a seguir entrenando a más personas, pero no solo para impartir sus conocimientos en la natación artística, sino para sembrar la semilla de superación, porque todos los atletas son capaces de lograr todo lo que se propongan sin limitante alguna.
Con información de Ciudad Mcy…
