Más de 2.000 migrantes, un total de 2.013, han muerto hasta el momento tratando de cruzar el Mediterráno Central desde el inicio del año, informó hoy la Organización Internacional de las Migraciones (OIM), que estima que la cifra real es mucho mayor.
«Hasta la fecha, más de 2.000 (2.013) migrantes fallecieron en el Mediterráneo Central en 2023, según los datos de la OIM actualizados», reveló el portavoz de esta organización de Naciones Unidas Flavio di Giacomo, en la red X, antigua Twitter.
Di Giacomo explicó que se trata de una «estimación a la baja: los frágiles barcos de hierro que huían de Túnez probablemente causaron muchos naufragios de los que no se sabía nada».
El portavoz de la OIM confirmó a EFE que los 2.013 fallecidos se refieren solo al Mediterráneo Central, donde el año pasado murieron en el mismo periodo 974, mientras que la cifra oficial de fallecidos en el todo el Medietrráneo se eleva a 2.265.
Según los últimos datos oficiales del Gobierno italiano, más de 100.000 migrantes han llegado al país desde principios de año, un incremento más de un 115% respecto al mismo periodo de 2022 impulsada por la crisis de Túnez, de donde huyen miles de migrantes subsaharianos, lo que le ya llevó a declarar en mayo pasado al Ejecutivo el «estado de emergencia migratorio».
«No hay una emergencia numérica, pero si humanitaria», explicó Di Giacomo, que insistió en que la cifra real de fallecidos en el Mediterráneo incluye a «muchos, muchos, muchos cientos más».
Hasta este lunes fueron 105.449 los migrantes llegados a las costas italianas en 2023, frente a 50.759 en el mismo periodo de 2022, con Túnez reemplazando a Libia como principal país de salida hacia Italia y con un incremento también de las repatriaciones del 28,05 % y de las solicitudes de asilo (70,59 %), de las que se rechazaron una de cada dos.
El Gobierno de la ultraderechista Giorgia Meloni, que llegó al poder en octubre del año pasado prometiendo en campaña entre otras cosas una gestión más dura de la inmigración, afronta su primer verano encarando este fenómeno, agravado por las buenas condiciones del mar y la crisis en Túnez.
Vía: EFE