La tensión arterial se eleva cuando el corazón bombea con más fuerza o cuando las arterias se estrechan. Esto puede deberse a múltiples factores, como el estrés, la obesidad, el consumo excesivo de sal, el alcohol, el tabaquismo o la falta de ejercicio. También pueden influir enfermedades como la diabetes o problemas renales.
Algunos medicamentos y factores genéticos aumentan el riesgo. Cuando la presión se mantiene alta durante mucho tiempo, obliga al corazón y los vasos sanguíneos a trabajar más, lo que puede provocar daños en órganos vitales. Por eso es importante controlar la tensión arterial y mantener hábitos saludables.
Presión arterial baja de forma natural
Controlar la presión arterial es clave para mantener una buena salud cardiovascular. Afortunadamente, existen trucos naturales que puedes aplicar en casa para reducirla de forma efectiva y sin medicamentos.
Uno de los métodos más eficaces es reducir el consumo de sal. La sal provoca retención de líquidos, lo que eleva la presión arterial. Intenta reemplazarla con hierbas, especias o limón para dar sabor a tus comidas. También es fundamental evitar alimentos ultraprocesados, ya que suelen contener sodio en exceso.
Consumir alimentos ricos en potasio, como plátano, espinaca, aguacate y patata, ayuda a equilibrar los niveles de sodio en el cuerpo. A su vez, el ajo es conocido por sus propiedades vasodilatadoras, que favorecen la disminución de la presión.
Otro truco natural es practicar técnicas de relajación como la meditación, respiración profunda o yoga. El estrés crónico es un factor que contribuye a la hipertensión, por lo que aprender a manejarlo es esencial.
Finalmente, limitar el consumo de alcohol y dejar de fumar también contribuyen a normalizar la presión arterial. Mantener una rutina de sueño adecuada y controlar el consumo de cafeína pueden ser otros factores determinantes.
Con información de 2001
