Muchos peregrinos que estos días llegan a Roma para atravesar la Puerta Santa de la basílica de San Pedro, que en solo dos semanas ya han cruzado más de medio millón de personas, han hecho coincidir sus vacaciones con el Jubileo para aprovechar lo que consideran una «oportunidad única» para los creyentes.
La capital italiana es, más que nunca, el epicentro del mundo católico, con personas de todos los rincones del planeta que llegan a la ciudad con motivo del Año Santo 2025, muchos de ellos latinoamericanos, que además aprovechan el viaje transatlántico para recorrer otros países de Europa.
«Venimos a Roma con motivo del Jubileo. Hicimos este viaje con la intención de cruzar (la puerta) y por el gran significado que tiene para nosotros como católicos», señalaron a EFE José y su familia, provenientes de Ciudad de México, que dedican sus vacaciones a vivir esta experiencia espiritual.
Un viaje religioso y espiritual, aunque no para todos
El motivo del viaje «es completamente religioso y espiritual, 100%. Queremos aprovechar esta oportunidad única, sobre todo como familia», expresó el mexicano, destacando la importancia de que todos los miembros de la familia puedan vivir esta experiencia juntos.
«Era importante venir en familia. Cuantos más espíritus y almas tengan la oportunidad de aprovechar el Jubileo, mucho mejor», agregó.
Mauro y Cristina, un matrimonio de la ciudad española de Valladolid, no planearon su viaje con motivo del Jubileo originalmente, aunque se encontraron con la oportunidad de disfrutarlo en su llegada a Roma hace apenas un par de días: «Hemos pasado por la Puerta Santa, nuestra segunda vez en dos días».
En la tradición católica, el Jubileo o ‘Año Santo’ es un tiempo dedicado «a consolidar la fe y la solidaridad» que se celebra cada 25 años, durante el cual la Iglesia concede indulgencias o el perdón de los pecados a todos aquellos que hagan obras de caridad y atraviesen algunas de las Puertas Santas: en San Pedro o en las otras basílicas romanas.
El pasado 24 de diciembre el papa Francisco abrió la Puerta Santa de la basílica de San Pedro para inaugurar su primer Año Santo ordinario, aunque instituyó uno extraordinario en 2016 dedicado a la misericordia.
Desde entonces, más de medio millón de peregrinos han atravesado la entrada y se espera que durante todo el año 32 millones pasen por la apertura que les ofrecerá la indulgencia plenaria.
«Hoy vemos mucha menos gente que otros días. El día 6 fue impresionante, casi no se podía ver nada ni hacer fotos, especialmente en el Vaticano», señaló la turista española.
Enero, temporada baja
Por otro lado, hay aquellos que piensan que, aunque la afluencia de visitantes en Roma siempre es alta, estos días la ciudad está más tranquila para visitarla.
«No hemos tenido que esperar mucho, aunque nos han comentado que otros días hay más gente», explicó Marcos Luz, que viajó desde Brasil con su esposa y sus dos hijas para vivir la experiencia «muy emocionante» de cruzar la puerta .
«Creo que hay menos ente porque es invierno», afirmó Marcos, que reconoció que, aunque planificaron su visita para que coincidiese con el Jubileo, decidieron venir en enero porque «está más tranquilo, hay menos gente y les gusta el tiempo frío».
Desde el 5 de enero, cuando se abrió la Puerta Santa de San Pablo de Extramuros, los fieles pueden cruzar las cuatro Puertas Santas de las basílicas papales romanas: además de la de San Pablo y la de San Pedro en el Vaticano, también la de Santa María La Mayor y la de San Juan de Letrán.
En esta ocasión, en la que el papa ha dedicado el Jubileo a la esperanza, Francisco quiso también abrir una en la prisión romana de Rebibbia para.
Con información de EFE
