Mitos de la depilación del vello facial

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Foto: Archivo

Es difícil encontrar artículos que hablen abiertamente sobre la depilación facial en mujeres, entrando en el terreno de los temas prohibidos para muchas, pero la realidad es que, si llegas a un momento de sinceridad máxima con una amiga, al pronunciar las palabras «yo me quito el bigote con…», tu interlocutora abrirá los ojos con una mezcla de compenetración y curiosidad que se transformará en una larga conversación sobre técnicas, precauciones y recomendaciones, sin olvidar el asunto del dermaplaning.

Crema, cuchilla, cera láser… Cualquier práctica depilatoria tiene su modalidad facial; sin embargo, las leyendas y las malas experiencias pueden hacer que algunos métodos parezcan menos aconsejados. Y no hablemos de cuando superas los treinta y cinco y de repente te empiezan a salir pelos en la barbilla, sí, por muy rubia que seas, eso pasa, es cierto.

De golpe y porrazo te encuentras llevando una pinza en el bolso y tocándote esa zona en busco de esa dichosa puntita que sale una vez cada mucho pero que te recuerda a tu abuela. El tiempo pasa y el vello facial está presente. Así que vamos a contarte todas las claves de los remedios y las soluciones, pero como siempre de la mano de los mejores, hablamos con expertos para salir de dudas.

A menudo un tema tabú, la depilación facial forma parte de ese universo de dudas beauty que a todas nos rondan por la cabeza, pero que parece que no nos atrevemos a mencionar en alto.

La zona del llamado bigote, que oscurece el labio superior; el entrecejo, la barbilla o las mejillas están recubiertas por una pelusilla que tiende a oscurecerse o que incluso puede verse poblada por un vello más grueso de lo habitual. Cuando este vello comienza convertirse en un problema, nos planteamos retirarlo, es entonces cuando llegan las dudas.

Después de ver cientos de vídeos en los que mujeres se ‘afeitaban’ el rostro en redes sociales, sí, esos vídeos que no puedes dejar de repetir por necesidad o por vício y tras probar con diferentes técnicas de depilación, parece imposible dar con un método efectivo, pero ¿es realmente recomendable retirar ese rebelde vello?

Si se desea retirarlo, según la doctora Concetta d´Alessandro, dermatóloga del Instituto de Dermatología Integral, lo más importante es consultar a un dermatólogo sobre qué método es el más apropiado en cada caso.

¿Por qué tenemos vello facial?

Se trata de un rasgo vestigial que en la actualidad no cumple con la labor de protección que ejercía antes. Entonces, si no sirve para nada, ¿por qué lo tenemos? “Puede tener un origen hereditario (madre o abuela tenían exceso de vello facial), por producción hormonal aumentada de andrógenos, como en el caso del síndrome de ovario poliquístico, o por una mayor sensibilidad cutánea del folículo piloso a las hormonas”, señala la doctora D´Alessandro.

Entre los métodos más habituales para retirar el vello facial, cera, depilación con hilo o pinzas suelen ser los más comunes. Sin embargo, los expertos desaconsejan estas prácticas ya que fomentan que el pelo se enquiste o incluso salga con más fuerza.

Los métodos tradicionales, ¿la mejor opción?

Aunque la cera es uno de los métodos más populares por el tiempo que retrasa la aparición del vello, también tiene consecuencias a largo plazo. Las manchas oscuras que muchas mujeres tienen en la zona del bigote pueden ser causadas por haber recurrido a la cera caliente como método de retirada del vello, según Carolina Arance, responsable de Centros Esseda.

Pero ahí no queda la cosa, también favorece el enquistamiento: “Según lo vamos arrancando, también lo vamos debilitando, lo que implica que se convierte en incapaz de atravesar las capas de piel necesarias, produciendo su enquistamiento y posible granito o quiste.

Asimismo, también agrietamos e irritamos la piel al ser un método agresivo de arranque”, apunta la especialista. Este suele ser el resultado más habitual en los métodos de arranque: al debilitar el vello aparece la foliculitis, que entorpece que el vello atraviese las capas de la piel y ‘florezca’.

Sometemos a examen a otro milenario método de extracción, las pinzas, esa herramienta que nos acompaña a todos los viajes y siempre está lista para un retoque rápido. Según nos explican desde Esseda, al arrancar en pelo que nos trae de cabeza, que suele ser más oscuro, “además cortamos vello en reposo que está alrededor.

Este, al ser más fino, se arranca por no poder visualizarlo, y lo que logramos es estimularlo sin apreciarlo y fortalecerlo, aumentando así la cantidad de vello visible”.

Es decir, en cierto modo activamos el vello más fino que comienza a surgir con más fuerza. Hace unos años, surgieron como alternativa las cuchillas. Los vídeos en los que varias youtubers o instagramers aparecía rasurándose las mejillas con cuchilla e incluso espuma de afeitar en mano abrieron el debate: ¿reivindicación o error con resultados poco agradables? Sin duda, se trata del método más rápido e indoloro, pero sus consecuencias son las mismas que con las pinzas, se estimula su crecimiento.

Si se ha optado por alguno de estos métodos, hay que cuidar la piel de una forma concreta. «Los sistemas que provoquen eritema es decir, un enrojecimiento (cera, algunas cremas depilatorias, algunos sistemas láser) requieren una protección solar elevada, que debe ser usada, como mínimo, hasta un mes después del tratamiento», afirma Carmelo Canino, director general de Laser Tech Iberica.

Entonces, ¿no se debe retirar el vello facial?

Como la doctora D´Alessandro indicaba, en realidad ya no tiene ningún tipo de función, así que si molesta por temas estéticos, se puede retirar, lo importante es elegir el método adecuado. Las dos expertas con las que hemos hablado aseguran que el método más efectivo y menos invasivo es la depilación láser.

Desde Centros Esseda, destacan al láser Alejandrita como la mejor opción, ya que permite llegar al vello en reposo, respeta la piel (al no ser tan agresivo como otros métodos, contribuye a recuperar la elasticidad y suavidad) y arroja resultados en las primeras sesiones, además de resultar menos doloroso.

Eso sí, la dermatóloga Concetta d´Alessandro recuerda que, aunque la depilación láser sea más eficaz, “al tener un fuerte componente hormonal es especialmente resistente y puede volver a aparecer”. Aun así, para la doctora, el láser sigue siendo la mejor opción, ya que es el que “consigue eliminar el vello más fuerte y con más pigmento y los resultados son los que más se mantienen en el tiempo”.

¿Desaparece o crece más?

Y llegamos a otra posible consecuencia es la ‘activación’ del vello, escuchada y difundida casi a nivel de leyenda urbana. Seguro que alguna conocida te ha recomendado no recurrir a la depilación láser en el rostro por miedo a que aparezca más vello.

Según nos dice Carolina Arance, responsable de Centros Esseda, a este fenómeno se le conoce como ‘efecto inverso’. “Puede ocurrir cuando el paciente quiere depilarse una zona específica y alrededor de esta dispone de vello de cuya existencia no nos hemos percatado.

En ese caso, si se utilizan láseres con menor alcance o incompatibles, incapaces de localizar un vello fino, se puede activar vello no previsto y conseguir este efecto inverso”, aclara, lo que desencadenaría que en zonas en las que no teníamos un vello fuerte, de repente, surgiera.

«Se conoce como vello paradójico y no es consecuencia del uso del láser, sino de un mal sistema láser (lamentablemente muy difundido por España) o una mala luz pulsada», asegura Carmelo Canino que recomienda el láser de DEKA «siempre ha desarrollado sistemas que impiden la emisión de luz más allá de la zona del aplicador, impidiendo una activación del vello existente de la zona circundante a la zona tratada» apunta.

La alternativa a este problema es el láser Alejandrita, que sí discrimina el vello fino. Además, según apuntan, “es muy importante, lo primero, analizar bien la zona por parte del profesional y utilizar un láser indicado, capaz de eliminar tanto vello fino como grueso”.

A pesar de su efectividad, la depilación láser no está recomendado en pacientes con problemas de rosácea, herpes o acné y deberá aplicarse cuando los brotes hayan sido superados.

Por supuesto, y como recomendación extra, después del verano, cuando aún tenemos algo de color en el rostro y las manchas solares han proliferado, es mejor retrasar este tipo de tratamientos estéticos, ya que las manchas aumentarían.

Con información de Vanitatis