Morrocoyes en casa: cuidados esenciales para su bienestar

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Los morrocoyes, esas tortugas terrestres de patas rojas, que muchos tienen en sus casas, son compañeros tranquilos y longevos. Sin embargo, requieren cuidados específicos para mantenerse sanos y felices. Tu casa, no es su casa, pero si ya tienes uno, te contamos lo esencial para brindarle la mejor calidad de vida.

¿Dónde deben vivir los morrocoyes?

Uno de los errores más comunes es mantenerlos en pisos de cerámica o superficies lisas. Aunque pueda parecer práctico, este tipo de suelo causa con frecuencia, serios problemas de salud:

No es su hábitat natural, ni se le parece: En la naturaleza, los morrocoyes viven en bosques y sabanas, donde pueden cavar y moverse con facilidad.

Problemas en sus patas y articulaciones: Un suelo resbaladizo dificulta su desplazamiento y puede provocar deformaciones en sus uñas y patas. Esas patas “torcidas”, en definitiva, no son normales.

Regulación térmica: Necesitan esconderse y regular su temperatura, algo que no pueden hacer en superficies frías como la cerámica. Este aspecto es muy importante, ya que son animales de sangre fría.

Un ambiente adecuado, puede proporcionarles un sustrato natural como tierra, fibra de coco o una mezcla de ambos. Además, necesitan una fuente de calor y luz UVB para sintetizar vitamina D y mantener su caparazón fuerte. Su temperatura corporal varía según la temperatura del ambiente, refiere el post de @gustavoterrarium.

Si un morrocoy no cuenta con las condiciones necesarias para regular su temperatura, este, puede enfermarse. Exponerlos al sol, tenerlos en un jardín dónde puedan cavar, les ayudará a estar cómodos y explotar su naturaleza al máximo.

Alimentación balanceada: ¿qué deben comer?

Los morrocoyes son omnívoros, esto significa que pueden comer carne, verduras, vegetales, es decir, no es exclusivamente vegetariano, como muchos creen. Su dieta debe ser variada y equilibrada:

50% de verduras de hojas verdes: Lechuga, espinaca (en moderación), entre otras.
30% de otras verduras: Auyama, calabacín, zanahoria (con moderación), brócoli y coliflor.
15% de frutas: Manzana, melón y patilla en pequeñas cantidades.
5% de proteína animal ocasional: Pueden comer insectos como grillos o gusanos.
Es importante evitar alimentos procesados, ricos en grasas o tóxicos, como pan, pasta, aguacate, chocolate o cebolla. Además, siempre deben tener acceso a agua fresca. En algunos casos, suplementos de calcio para fortalecer su caparazón y vitaminas recomendados por un veterinario.

Curiosidades sobre los morrocoyes

Si alguna vez has visto cómo retraen la cabeza, te sorprenderá saber que no todas las tortugas lo hacen de la misma manera. Los morrocoyes pertenecen al suborden Cryptodira, lo que significa que pueden esconder su cabeza hacia atrás dentro del caparazón. En cambio, otras especies como la terecay o la matamata esconden su cabeza lateralmente.

Además de protegerse, retraer la cabeza también les sirve para acechar a sus presas. Por algo son tan longevos, no se trata de ser los más rápidos si no haber evolucionado con mucha estrategia y adaptabilidad.

Son animales longevos, que requieren cuidados y atenciones

Reflexión final

Tener un morrocoy en casa implica un compromiso a largo plazo. Son animales que pueden vivir décadas y requieren un entorno adecuado, una dieta balanceada y controles veterinarios regulares. Los cuidados correctos, ayudarán a que estos animales puedan disfrutar de una vida plena y saludable.

Es importante comprender, que la fauna silvestre no es mascota, su tenencia está prohibida y penada. se estima que hay más morrocoyes en casas, que en sus hábitat natural. Cuando el animal está domesticado, es muy difícil su reinserción, por esto te pedimos que no compres fauna silvestre.

Los animales sufren mucho desde que son extraídos hasta que llegan a hogares. Con suerte, recibirán los cuidados adecuados y serán atendidos por un médico veterinario si llegaran a necesitarlo.

Si tienes un morrocoy, sabes que tienen una personalidad, carácter y actitudes que llegarían a sorprender con su comportamiento. Ya que lo tienes, cuídalo, porque ahora, depende totalmente de ti.

Con información de ÚN…